Teníamos ganas de acudir a uno de los conciertos al aire libre que organiza el Ceres 1894 en la Plaza Saco y Arce de Ourense, y que están revitalizando esta zona del Casco Vello ourensano.
Que mejor manera de hacerlo que disfrutando de una nueva banda ourensana, Dead Doomed Divas.
Recién salidos del horno DDD, Fabián, Javi, Diego y Pablo, ofrecían su segundo concierto tras su debut apenas 9 días antes en el Café Auriense.
Rock, Punk y Garage con buenas dosis de rabia y mala baba tirando de ironía y sarcasmo pero con mucho, mucho guitarreo.
Comenzaron rindiendo homenaje a dos bandas ourensanas, Supermirafioris, banda de la que formó parte Pablo, y de la que toma su apellido artístico, de la cual tocaron dos canciones, 'Handling a Gun' y 'The River'. Para después llevar muy bien a su terreno 'Last Nap Together' del guitarrista MCarballo.

Pero no sólo eso, se atrevieron con 'Eno sagrado', cantiga 6 de Martín Codax, esta reconocible apenas en algunos pasajes de su letra pero que, a buen seguro, el juglar hubiese bailado de haberla podido escuchar, o igual no.
Arrancaron sus temas propios con 'Tortilla de patacas', una canción que podrían haber firmado los mismísimos Siniestro Total en su buena época. Siguieron con el postre y nos “endulzaron” con 'Regaliz de fresa', intensa y dura.
Medio tiempo garagero y rítmico para un poco de ecologismo con 'Planeta mierda'. Le siguieron las cañeras 'Quiero la cabeza de M.B.' y 'No me gusta el Funk', ambas de letra breve pero concisa y concreta.
La rockanrollera 'Cada día dos' nos fue llevando al final de su repertorio, con la brutal 'Orlando furioso', imposible no engancharse a su estribillo, y el tema del que cogen su nombre 'Dead Doomed Divas'.
Pero esto no era el final y ante las inmisericordes peticiones del respetable se atrevieron a cerrar reventando con dos versiones. La magnífica 'I just want to have something to do' de los Ramones, aunque más cercana a la versión de Turbonegro, y la salvaje 'Cop Killer' de Body Count.
Siempre es un placer ver debutar a una banda de la ciudad además una como DDD que, seguro, nos ha de regalar más buenos, o malos, momentos a poco que puedan.
Larga vida a DDD. Larga vida al Ceres 1894.
Que no nos falte la música.
