El día anterior, Nando Perfumo (Guitarra), Jaime Moreno (Voz y guitarra), Sergio Reyes (Bajo y coros) y Rafa G. Benítez (Batería) asaltaron de nuevo la sala Son de Cangas. Tocaba turno de volver a caldear el mítico Auriense y su pequeño escenario en la ciudad de As Burgas.

Pasaban las 20:40h cuando media sala los recibía como una vuelta a casa, pues el sur de Galicia se ha ganado su cariño y complicidad. Con un evento de blues más tarde en otra ubicación cercana y para poder disfrutar de ambos, el horario se ajustó, todo un detalle.

Abrieron con su single de presentación, “Hurricane”, de su recién parido disco Apache, muy pegadizo y melodioso, cuidando mucho los coros y sonando de lujo. Se notaba que Jaime aún estaba calentando su garganta para el trallazo siguiente, “No control”, ese rock and roll correoso que hace mover los cuerpos y que nos deja reposar las cervezas en la barra para no desparramarlas.

Sonríe Sergio hacia los de abajo ante los primeros aplausos mientras comienza “I’ve taught”, con esas guitarras dobladas en ese riff pegadizo y de escuela clásica, que aun siendo inicialmente un medio tiempo con mucha presión, se gana al público cuando la velocidad supera esa presión, brillando la voz de Jaime en ese final apoteósico. Momento para saludar a los presentes, hacer algún chascarrillo y meterse con su compañero de viaje Josele, debe de tener el cielo (o el infierno) ganado.

Presenta “Writing’s on the Wall”, con toda la banda ya más relajada y con ganas de disfrutar del ambiente ya creado, aunque con Nando muy centrado en su labor guitarrística y sin menos aspavientos de otras veces. Charla con el público y “Last letter” suena por los altavoces, siendo recibida con palmas y algún aullido, pues es uno de esos temas que te elevan según avanza, demostrando la maravillosa voz que posee Jaime, y que estando sobre las tablas aun te eriza más la piel. Ovación y sonrisas entre el público y la banda al finalizar el tema.

Jaime nos avisa de que viene un poco de relax, pero cuando arranca “Can we have some love between us?”, de su aclamado Get Electrified!, los presentes ya sabemos que vamos a disfrutar de un blues pantanoso y enérgico, con la guitarra de Nando desangrando las cuerdas de su Gibson ante un Jaime muy desgarrador en algunas estrofas, aplicándose bien en los platos Rafa para dar mayor brillo a la interpretación; Rafa vuelve demostrar por qué es fundamental: coros y melodía en el bajo. Hay que brindar, licor café y “Celebration” para tod@s, enganchando al respetable con este rock and roll callejero y rápido, coreando el estribillo para mayor disfrute del momento. Aplausos que se mezclan con la voz de Jaime iniciando “Thunderbird or Vulture”, canción que es recibida con sorpresa luego del trallazo anterior, dejándonos uno de los momentos más brillantes de Nando en las seis cuerdas.

Jaime pide que le presten atención para arrancar “Rusty”, esa balada blues rock setentera que nos transporta hacia su lado más melódico, teniendo de nuevo de protagonista la voz de Jaime y el tremendo solo de guitarra de Nando, siendo quizás el momento más emotivo de la velada, y que fue agradecido por el público con una buena dosis de aplausos. Aprovechan para presentarnos otro tema nuevo, “Make it through the night”, mucho más melódico que sus obras anteriores, con mayor contundencia y donde Jaime juega con sus registros.

Vuelven las bromas con Josele y nos descargan de su primera época la rápida “Up in flames” a la que le sigue sin contemplaciones “Get electrified”, volviendo patas arriba el local, con las melenas y las calvas (y alguna gorra) agitándose entre las luces y las sombras del Auriense; yo desde luego tuve que reposar la cerveza ante esos movimientos.

Amagos de irse, pero hay que ‘apretarse los machos’, y nos desgranan un medley zeppeliano que no hace más que ahondar en los gritos y bailes del público, coreando las letras, dando como resultado final una ovación y ganas de más. Y hubo una más, “Eagles fly solo”, puro sentimiento de toda la banda, con un Jaime desgarrador y abrasivo con su garganta, dejando que Sergio y Nando alarguen sus interpretaciones bajo la atenta mirada de Rafa tras su batería. Un final increíble. Aplausos, abrazos y sobre todo sonrisas de alegría de los allí congregados. Algunos despidiéndose con prisa cara al concierto de blues, otros subiendo al escenario para retratarse con los músicos y otros pasándose por el merchandising junto a Josele para ver si lo podían engañar………

Como siempre, agradecer a Lestrato (Miguel y Diego), por apostar por el rock trayendo grupos que por sí solos no podrían venir a esta ciudad.  

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