Personalmente, llevaba mucho tiempo con expectación de ver esta nueva gira española de Stop Stop, es una banda que, por adelantado, me gusta mucho siempre. Esto también hace que me sea sencillo hablar de ellos y me ayude a superar la timidez de mi primera, y espero que no última, colaboración con CanedoRock.

Dicho esto, hablemos de su gira que vino presentando, por trece ciudades españolas, su sexto álbum, “Tangled”.

Así que, si no los conocíais, ya os podéis hacer una idea de que los chicos no están empezando; y vienen, en esta ocasión, acompañados de la banda inglesa White Tygër, un grupo que conocí a raíz de estos conciertos y que me ha dejado asombrado y con un gran sabor de boca.

Tuve, además, la oportunidad de ver a ambos en su primer concierto de la gira, en la Sala Jagger en Lugo; y, dos días después, en la Transylvania de Vigo, con el oportuno día de descanso para nosotros, que para ellos evidentemente, no pudo ser.

La cosa viene siendo, que cuando me entero de que serán White Tygër la banda que vendrá con Stop Stop, la busco y veo que también vienen presentando disco, en este caso su debut “This is the Life”, con muy buena crítica. Es un grupo muy potente, muy ochentero y muy heavy, el disco suena muy bien… si queréis una comparación, a bote pronto, un sonido tipo Skid Row salía en la conversación con un amigo, podría ser acertada. Nos gusta mucho el estilo y tenemos muy buena disposición a verlos en directo.

Pero cuidao la banda que se presenta. El sencillo del álbum es su tema homónimo “This is the Life”. Bueno, pues esa no, el resto las tocan (casi) todas; con clase. Y la verdad, es que el disco tiene mucho para dar en directo y ellos se lo exprimen. Su cantante, Nip Turner, aborda el escenario con una capacidad y un poderío que te mete, como os decía, en los ochenta al segundo acorde, y ahí empieza a repartirse voces y guitarras con sus compañeros, Jack, Stephan y Cris. Ofrecen continuamente un empaste armónico, brillante en las voces, y muy buen reparto de guitarras, muy heavies y con mucho del llamado “dive bomb”. Espectáculo.

Así, arrancan su concierto, con los dos primeros temas del disco hasta el primer hola, “Permanent vacation” y “Heartbreak hotel”, y la dimensión que toma el álbum es impresionante. Sin duda, esta es la escucha buena del disco. Saludan y, con poca alteración sobre su orden, “Midnight lovers”, a este punto introducen una versión; con toda probabilidad, reminiscencia de otro grupo que integran los mismos componentes, al que le han cortado la mitad de su nombre y de su logo, y se han quedado sólo con Tygër, en formato tribute band. La versión es “We all die young”, de Steel Dragon, nada menos, y tras otra, del disco “Speed Demon”, en Vigo se tocan “Seek & Destroy”. Las plazas, Lugo y Vigo, las tenían ganadas ya con actitud, sonidazo y un directo arrollador.

Para el final de su concierto, ya vienen presentando lo que será su próximo trabajo y, “Vanilla circus”, es el corte que terminaban de sacar en el mes de junio. Otro dato: entre el concierto de Lugo y el de Vigo, en ese día de descanso necesario que os comentaba, los chicos, además de irse a tocar a Coruña y en plena gira, presentaban otro nuevo sencillo “Almost Home”, este ya sí, apurado para entrar en este tour, pero que seguro los vuelve a traer a España pronto. Para mi gusto, un regalo que me llevo, haber podido conocer un nuevo grupo tan brillante y con un directo tan bestia.

Y con esto y un breve descanso para el justo cambio de instrumental, salen a escena Stop Stop y nos arrimamos de nuevo al escenario, al fin y al cabo, para eso nos habíamos acercado hasta allí.

Stop Stop es un grupo que nace y comienza a hacer de las suyas en la ciudad condal allá por el año 2010, pero que, cansados del nulo futuro del rock en nuestro país, decide cargar guitarras y maletas en una furgoneta y emigrar a Reino Unido para crear su propia historia de rock and roll. Tras unos meses viviendo en la furgoneta y tocando en la calle, consiguen establecerse en la ciudad de Birmingham, que desde entonces será su base de operaciones, y comienzan a girar continuamente y a parir discos con una estética y musicalidad que entra de lleno al hard y al glam rock.

Y les habrá costado, pero tan mal no les iría cuando años después llegan a mí a través de una muy buena crónica de su paso por el Monsters of Rock Cruise, festival que se realiza en crucero entre Miami y México, y en una fotografía junto a Alice Cooper; es ahí donde comienzo a seguirlos e interesarme por la banda. Tengo que deciros que lo primero que me llamó la atención de este grupo, antes de verlos en directo, fue la creatividad que desprenden en la mayoría de sus videoclips y que a buen seguro, os tendrán enganchados como a mí varias horas sin daros cuenta.

Y bueno, volviendo ya a los directos de la gira, seguro que muchas veces habéis tenido en un concierto la sensación de que, cuando se acerca el final, es cuando grupo y público comienzan a darlo todo, ¿verdad?, y os preguntáis ¿a qué coño estaban esperando? Stop Stop lo saben y quizás sea por esto que el tema escogido para abrir tanto su disco “Tangled” como sus conciertos es “Hasta luego”, un tema que sirve perfectamente para que Jacob caliente su voz, de camino a sus habituales rasgados gritos, y nos meta directamente en materia así como para saltarnos todos esos absurdos preliminares y comenzar a encarar la recta final. Stop Stop salen al escenario con la entrega de quien sabe que este puede ser su último concierto y contagian al público desde el minuto uno.

Su presentación es la de un power trío, con la reciente incorporación, este año, del joven y prometedor guitarrista Lewis Alcock, y, como siempre, Danny Spasov a la batería, y Jacob en el bajo y al micrófono, que esta vez trae en forma de diadema. Viéndolo en esta ocasión con el micro de diadema, entiendo que antes debería ser una auténtica tortura para este hombre estar anclado a un pie de micro, sin poder saltar y despegarse de él, así que lo veo libre y feliz abarcando todo el escenario.

Y tras el arranque, encaran lo que son ya tres clásicos de una banda que tiene trabajo suficiente para dejarse clásicos en el tintero: “Renegade”, “Toilet party” y un largo “Last call” que contiene perlas de hits como “Johnny B. Goode”, “Great balls of fire” y “Long way to the top”. Así, el escaso público que aún no los conocía también es feliz, pero tenemos que volver al trabajo y no olvidarnos de que estos chicos han venido aquí a hablar de su álbum. Los temas escogidos de los nueve cortes que presenta son, el ya mencionado “Hasta luego”, “9 to 5”, los dos primeros sencillos “Too cool for school” y “Fire, fire” y “MTV”, temas duros, de un moderno hard rock, que, a mí, por lo menos, no me suena a añejo, y que van disgregados a lo largo del bolo. En este último disco ha aparecido una distorsión en el bajo que lo hace realmente duro.

Y aunque he desordenado el concierto, los otros temas que han sonado de sus anteriores trabajos son “Let me feel your void”, “Turn my life around” y “Join the party”; ahora sí, encaramos la verdadera recta final del concierto. Jacob es un tío que tiene claro la diferencia entre hablarle al micro y hablarle al público, esto es, además de su actitud, lo que crea esta empatía. Cierran con el tema que da nombre al grupo, “Stop Stop”, y Jacob nos cuenta de dónde sale la inspiración para ese nombre; y no es ni más ni menos que de la policía de Birmingham mandándoles parar cuando, en sus primeros tiempos tocaban a pie de calle, “Stop!, stop! decían….”, y aunque sólo sea por eso, buen trabajo de la policía inglesa.

Cuando ya parecía que estaba todo el pescado vendido y ya todo el mundo estaba satisfecho, vienen, claro, los bises. Y es que es habitual que terminen sus conciertos invadiendo, literalmente, el espacio del público, que quede claro que vienen de tocar en la calle; cual charanga, pero charanga del rock and roll. Es cuando Danny se pone al cinturón la caja de pasacalles y el grupo recorre entero el garito donde se encuentren tocando un popurrí que alegra a cualquiera que esté allí. Suena aquel mítico “What´s up” de 4 Non Blondes, el “Rock and roll” de los Zeppelin, el “Proud Mary”, donde las voces de Ike y Tina juegan entre las nuestras y la de Jacob, y “Thunderstruck”; ahora sí, ¿qué más podemos pedir?

Las dos noches que he tenido la oportunidad de disfrutarlos han sido épicas. Por aquello de las ganas que tenía de verlos, que os comentaba al principio, yo me he quedado satisfecho, que remedio también, hasta la próxima gira que cualquiera de estos dos se decida a hacer por España; vosotros, en cambio, si no los habéis visto, siento deciros que ya no estáis a tiempo, la gira ha terminado, y solo podéis tomar nota de los que os he contado, y ya nos vemos todos en la próxima.

 

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