Entramos en la recta final de esta catorceava edición del OUTONO CODAX FESTIVAL. Ya venimos rodaditos de los tres asaltos anteriores y, para este nuevo horizonte de sucesos, el festival se inclina por los derroteros del garaje/punk, surf/rock o rockabilly, entre otros.
Como viene siendo habitual y a pesar de que el festival tiene un carácter internacional, siempre tiene reservados alguno de sus rincones para grupos nacionales o bien oriundos de nuestra comunidad.
Así, los gallegos MAMBAS NEGRAS se presentaron con una maleta cargada de tonadas, cuyo nexo en común, es que el maestro Quentin Tarantino las ha insertado en alguna de las diez películas que llevan su firma como director.
El menú estaba servido y la diversión asegurada, dadas las credenciales, ya que muchas de estas películas, y las canciones que las incluyen, forman parte de la cultura popular por derecho propio.
Queda claro, desde un primer instante, que los componentes disfrutan con esta propuesta exótica que se intuye como un soplo de aire fresco en su dilatada trayectoria, ya que, el elenco que contempla a Mambas Negras, se nutre de reputados músicos de la escena viguesa como Oscar Avendaño (The Bo Derek’s, Siniestro Total) guitarra/coros, Andrés Cunha (Siniestro Total) en los bajos y Toño López (The Soul Jacket) como voz principal. El quinteto se completa con batería y teclista, exhibiendo éste último, un Nord Stage 3 del que emanarán sonidos en la línea hammond, que encajan como un guante para los temas que nos ocupan.
No pudo ser de otro modo, la canción y la película elegida para abrir el concierto fue la joya del enorme Chuck Berry “You Never Can Tell” cuyo baile se incorpora en el film “Pulp Fiction” y que ya forma parte de la memoria colectiva. “After Dark” y “Angry Cockroaches” de Tito & Tarántula depositó en nuestros labios el sabor del rock chicano/fronterizo que se incluye en la película “Abierto hasta el Amanecer” donde Tarantino guioniza y protagoniza la cinta.
También nos visitó el surf de Dick Dale con su archiconocido “Misirlou” y la hipnótica “Girl, You’ll be a Woman Soon” del legendario Neil Diamond , aunque el director decidió incluir la versión de Urge Overkill, ambas se encuentran en “Pulp Fiction”.
Y para hacer honor al rock patrio de finales de los 60’s, Mambas Negras decidieron incluir en su set este “Bring a Little Lovin’” de Los Bravos que se puede disfrutar en su última película “Once Upon a Time in Hollywood”. No podía faltar un homenaje al spaghetti western, que tanto fascina a Tarantino, marcándose este “Django”, título homónimo de la película, un tema de mediados de los 60 de Luis Bacalov & Rocky Roberts. Acabamos este repaso cinematográfico/musical con el machacón y bailable “Hooked on a Feeling” de los suecos Blue Swede, que resuena al comienzo de “Reservoir Dogs”.
Una propuesta diferente y singular que el público agradeció con mucho agrado dando pié a bailongos y caras de satisfacción a lo largo del show. Esperemos que estas Mambas muden el color y en un futuro, además de estas magníficas versiones, nos deleiten con temas de su propia cosecha.
Después de un merecido descanso y del consiguiente reequipamiento del escenario nos dispusimos a mojar el gaznate para afrontar con todas las fuerzas lo que se nos venía encima.
Los californianos SHANNON & THE CLAMS, pisaron tierras gallegas para sacudirnos con dosis variopintas de sonidos “retro” que agitan con pop, garaje punk y rockabilly. Una rica macedonia musical que nos hizo viajar a los 50’s con reminiscencias a The Ronettes o a la psicodelia de finales de los 60’s, de la mano de Jefferson Airplane. Un espectro musical, cuando menos, difícil de abarcar, no siendo los únicos palos que logran acariciar estos cuatro chicarron@s.
La banda se conforma como un cuarteto siendo Shannon Shaw, la encargada de mantener el estandarte bien visible a lo largo del show. Su carisma y robusta voz imprimen la marca de la casa que los hace únicos, además de encargarse de las partes bajas cuya forma de tocar es, cuando menos, poco ortodoxa pero efectiva.
Cody Richard se ocupa de las seis cuerdas además de tener un papel relevante con su aniñada voz, tomando el mando en varios temas del set. Nate Mahan golpea las pieles y es de justicia mentar que es el que dota al grupo de un groove propio de finales de los sesenta aportando un “tribalismo” hippie que nos vuela la cabeza.
Will Sprott revienta las teclas con dos niveles, un nord electro 4 por un lado y un moog por otro, además de poner su voz al servicio de la mezcla final, llegando a sonar tres voces simultáneas en alguno de los temas y así caernos de bruces con un doo-wop que hizo que nos relamiésemos por momentos. Sus sonidos “retro cool” se hacen evidentes en temas como “Point of Being Rigth” o en la contundente “I live Again” que nos traslada a las calles de San Francisco de la década de los 60’s. Con “What your Missing”, Will saca a pasear el sonido agudo y afiliado característico de su teclado Moog.
El “beat” a cargo de Nate en “It’s too Late” hace que nuestros pies se separen del suelo. The “The Hourglass”, de su último trabajo, deja el poso del sensacional trabajo a las seis cuerdas de Cody con un sonido limpio en su guitarra tipo telecaster que satura con un sutil “overdrive” que es un baluarte, además de tener un exquisito gusto para elegir las melodías en cada uno de los temas. La coral “Ozma” repasa la onda duduá con las voces cándidas de Cody y Will que le hacen la contra a Shannon, maravilla. Así fueron desgranando todo su arsenal de coplas cuyo abanico de color nos da el aire necesario para una auténtica gozadera.
Venían presentando su último trabajo “The Moon Is in the Wrong Place” siguiendo su senda ecléctica aunque menos enraizada si lo comparamos con sus primeros trabajos, lo cual se agradece. Además del citado, les contemplan seis discos más gozando de una excelente salud musical que crece y crece pateando tablas, a lo largo y ancho del planeta, desde el 2009.
Para rematar, ¡lo que nos faltaba!, cruzando lo que fue un ancho mar de corrientes musicales llegaron a la costa nada más y nada menos que con una versión, muy personal, de “War Pigs” de los gigantes Black Sabbath. Una muestra más de la amplitud musical que abarcan Shannon y sus almejas.
Y así se puso el punto y final a este concurrido cuarto concierto del OUTONO CODAX FESTIVAL, el primero de tres seguidos que se celebran en la sala Capitol y que nos puso firmes y nos situó en materia para afrontar la siguiente jornada. Esperemos que el ácido úrico no nos juegue una mala pasada y no morir en el intento.