SANJORGE Myth

De las tierras celtas con las aguas más calientes llega la primera obra de este nobel y rápido guitarrista. Diego Sanjorge que militó no hace mucho en la banda de Pacho Brea, sale en solitario con una obra instrumental donde desarrolla toda su técnica en las seis cuerdas.

Abre una corta intro acústica titulada “Prelude, Gracia” que pasa sin más, y es que el trallazo siguiente “Wyvern’s lair” destapa sus ganas de demostrar todo su potencial, en un tema rápido con una base rítmica lograda y con malabarismos en las cuerdas de Sanjorge, ya sea en melodiosos pasajes o en rápidas subidas y bajadas de mástil.

Empata con una más concisa y heavy “The Betrayer”, mejorando el pulso y tirando de palanca si es preciso, con unas melodías bien estructuradas y buenos cambios de ritmo y armonías. Sigue en la línea de temas con energía, siendo “Holy quest” otra continuación de lo escuchado, pero profundizando más en el factor melódico y aquí gana a sus predecesoras, siendo uno de los temas más destacables del disco.

La acústica toma relevo en el “Interlude I, the sword” para luego adentrarnos en la rápida “Deus vult”, rítmicas de infarto, una batería a piñón fijo y mucha digitación, una mezcla entre el shredder de los noventa y lo neoclásico de los ochenta.

“Broken chalice” quizás sea su pieza más disonante y a la vez la que más me gusta de todo el disco, sonando más pesada y con un estribillo cautivador, aparte de esos riffs del metal pesado que le hacen un contrapunto excelente en su escucha. Mantiene ese toque más denso en “Inner strife”, con armónicos y riffs más gruesos, dejando respirar la canción sin tanta pirotecnia en el mástil y dando como resultado otro de sus mejores temas debido a sus fuertes melodías.

Una pasable “Interlude II, the cross” nos da paso a su ultima composición, una balada instrumental titulada “Raven feathers”, que se abre con piano y teclados para luego conjuntarse con las guitarras dobladas de Sanjorge y el resto de instrumentos; grandes ejercicios sobre el mástil, insertando melodías y bendings que se disfrutan sin reparo. Tema emotivo y que es un muy buen final del disco.

Portada y libreto currado. Producción muy lograda por parte de José Rubio y el propio Sanjorge.

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