La tarde era fría en Compostela, como es menester en el mes de Enero, pero la sala Capitol iba a caldear nuestros cuerpos y moldear nuestro espíritu a golpe de Hard Rock con estampa nacional. Con un “sold out” hasta la bandera se presentó el murciano Carlos Tarque, con su nuevo proyecto TARQUE, en tierras gallegas.
Es sabido que Carlos es miembro de la banda M CLAN, cuya trayectoria es bien conocida por todos, los cuales nos dejaron dos de los mejores discos de rock nacional de los últimos 30 años, por aquel entonces cuando Santiago Campillo militaba en sus filas. En la previa al concierto sonaba de fondo la música de los fantásticos The Cult lo cual presagiaba por donde iban a ir los tiros.
Dos son los trabajos publicados hasta la fecha por el artista, en 2018 presentó su primer disco homónimo y para la ocasión cierra filas entregándonos este “Volumen II“. En este segundo álbum endurece su sonido, del que ya daría buena cuenta en alguno de los temas de su primer LP, con guitarras poderosas creando un muro de sonido que acaricia el hard rock de los 70’s con pinceladas de bandas que son el el “ABC” del estilo como ACDC, Purple, Zeppelin, entre otras, todo ello aderezado con estribillos vocales típicos del hard/heavy de los 80’s con denominación de origen hispano.
Presentaron sus credenciales “Con bombas de son de paz” poseedor de un riff pesado de guitarra rítmica Les Paul, acompañado de un estribillo vocal muy pegadizo de Tarque, donde Carlos Raya enseña su “patita” germinando en un solo blues/rock marca de la casa, siendo esta la tónica de todo su repertorio, en términos generales. Continúan alternando temas de su primer y segundo álbum como “Heartbreaker”, “Escapa del amor”, “Juicio final, “El diablo me acompañara”, “Días extraños”, “Mar de whisky” y “Piel de toro” para llegar al ecuador del concierto y descargar una de las primeras canciones que sentaron las bases del hard/rock, a pesar que sus componentes son conocidos por canciones que discurren por otros derroteros, hablamos del explosivo y fabuloso “Helter Skelter” de los cuatro de Liverpool. Un tema adelantado a su tiempo y que año tras año envejece como el buen vino. Para su defensa Carlos Raya se enfunda su Gibson Explorer y su estampa nos recuerda a su paso por Sangre Azul donde los cardados, el cuero y las tachuelas estaban muy presentes en el panorama musical nacional de finales de los 80’s.
Carlos Raya es sin duda, el otro gran baluarte de esta banda. Sus riff’s hard y sus solos blues/rock se ensamblan a la perfección con la voz rota de Tarque formando un muro rocoso que complementa “Coki” Giménez golpeando concienzudamente la batería y Chapo González al bajo. Estos reputados músicos han colaborado con multitud de bandas nacionales y crean la base rítmica perfecta para que Tarque y Raya brillen en sus respectivas labores. Por otro lado es muy probable que tengas el nombre de Carlos Raya en alguno de los discos de tú colección ya que otra de sus facetas es la producción, habiendo colaborado con una lista interminable de artistas nacionales. Todos lo conocemos por el éxito de Fito y Fitipaldis pero también su nombre aparece como guitarra principal en discos de gente como Antonio Vega, M Clan, El Drogas, Sabina y los ya mencionados Sangre Azul, entre muchos otros.
Continúa la fiesta en una abarrotada sala donde moverse era casi misión imposible. Con ambiente sudoroso por fuera solo quedaba refrescarse por dentro al ritmo de “Flores del acantilado” un tema más en la onda M Clan de su segunda etapa, para volver al redil con “Credo” y “Maldigo” de su segundo volumen. Rematan la faena con “Ahora y en la hora”, un hard/blues que juega con diferentes intensidades y cuyo estribillo pone patas arriba la sala. Se despiden pero el respetable atónito y sudoroso suplica más tributos. La banda cede a las peticiones y la carga final corre a cargo de “Donde nace el rock’n roll” que destaca por su marcado y machacón riff a lo ACDC.
Los dos discos de Tarque sirven como acicate para no enterrar el género destapando su esencia en directo con una apuesta honesta y valiente, de R&R aptitud, que mantiene el listón del rock nacional a la altura sin perder revoluciones, lo cual para los tiempos que corren no es poco.
Fotos : Pablo Ces
