Los Reyes Magos adelantaron su fecha de reparto un día y nos regalaron a los presentes en la Sala Berlín una noche mágica que dió comienzo a las 23:10h y donde se desveló el secreto mejor guardado para unos y un secreto a voces para otros...
Con la sintonía de comienzo de Les Preludes se despejaron las dudas y comenzaron con un "No puedo dejar el Rock" creo que más enérgico que de costumbre que nos daba una pequeña pista de que lo que íbamos a vivir era diferente...
Terminado el primer tema enlazaron con "Cuando los sueños se van" para continuar con " Palabras para Julia" y "Maldita sea mi suerte" incluido un dúo final de Alberto y Fernando que empezaban a calentar las "tablas".
La presentación oficial de "Los Ásperos" llegó acompañada en ese momento de la noche bajo ejecución y sonido impecable de " La ciudad se llama perdición" empezando "suavita" para a continuación seguir con la gente desgañitándose en cada estrofa y escoltada con caras de sorpresa e incredulidad que continuaron con el siguiente tema " Por una vez en la vida" que fué ganando en intensidad y demostrado quedó cuando se fué la luz y la gente siguió a su bola aplaudiendo y tarareando el sonido de las guitarras "nana na, nana na...".
A partir de ese momento estuvimos como media hora sin luz y considero que el comportamiento del público fué ejemplar porque no he visto ni una mala cara ni un solo enfado y sí algún que otro guiñveterano al famoso "enciéndeme la luz David...".
Creo que estábamos todos tan encima de la nube que cada uno aprovechó el tiempo para ir a hacer un pequeño descanso y mientras en el escenario técnicos y músicos corrían de un lado al otro Yosi se mantuvo inalterable y feliz e incluso tiró de acústica para marcarse unas estrofas de "Frío" de Alarma..
Como dice el refrán no hay dos sin tres y a la vuelta del corte de luz atacaron con "Viajando al fin de la noche", "Lynot" y "Si te atreves a nacer", primera y última muy esperadas y así lo demostró la gente que no paró de cantar y alguno hasta llorar.
Con el ritmo del concierto ya de pleno nos esperaban más sorpresas y los primeros acordes del "Nena te voy a dejar" acompañados de nuevo de caras de asombro y alguno que otro echando las manos a la cabeza, nos trasladaron de nuevo a otros tiempos, otros escenarios y otras vivencias dejándonos constancia de que los que allí estábamos éramos unos privilegiados por poder vivir eso, puesto que aunque creo que se repetirá set list, el hechizo de "la sorpresa" no será el mismo.
Meditando eso hallábame, cuando los primeros acordes llegaron a mis oídos y al mirar para otro lado una mano amiga se dirigió a mí haciéndome el gesto de "silencio" en sus labios mientras me regalaba una sonrisa de triunfo. El comienzo inalterable de la canción y junto a ella mis 17 años, mi gente, mis aciertos, mis errores, lo que me quedé, y lo que quedó en el camino, y esa ciudad de aguas calientes que hace tanto tiempo me acogió con la misma suavidad y delicadeza que los "ouoohh ouoohhs" del "LLegaste hasta mí. En algún momento de mi vida creí que me iba a morir sin volver a escuchar este tema en directo y por fin sonó, llegando como un auténtico regalo de Reyes, contenida e íntima, capaz de suscitar un diálogo sin palabras.
A continuación "Siempre igual", "Pardao", "Dulce castigo" y "Dolores" que para mí pasaron prácticamente desapercibidas debido a la ensoñación en la que todavía estaba y de la que me quitó "Corazón de Rock and Roll".
El río Miño, el Puente y las Burgas llegaron colgadas de la rueda de "O Afiador", sabiamente enlazada con el himno a Galicia, que inundó la sala de aplausos con ese sentimiento de identidad y arraigo que hizo todavía más especial y justificado que este concierto se celebrase en Ourense.
Cuando estábamos empezando a echar de menos el confetti "Papa Moure" lo trajo repartido en dos sacos al ritmo de "Navidades Suaves". "Peligrosa María" pasado, presente, futuro e inalterable en el repertorio también nos quiso acompañar esa noche y como cierre de oro "Cuando la música termina" sencillamente maravillosa, con gente llorando mientras la cantaban, y "La noche se muere" como apoteósico final.
No fué un concierto más desde luego, creo que fué " El Concierto" que mucha gente llevaba años esperando. Emotivo por la gente que lleva en la banda menos años y han interpretado magistralmente temas antiguos conservando su esencia original, por los fans de toda la vida, por nuevos fans, que cantaban canciones que tenían más edad que ellos mismos y se sabían las letras a la perfección, por el sitio, por el corte de luz, por la intimidad, por el momento.
Sobra decir que yo no soy músico y no me quedo con detalles técnicos que siempre se discuten al final, que si uno entró tarde, que si la batería no sonaba, etcétera, pero visto lo visto prefiero seguir viviendo en la ignorancia puesto que a mí me pareció un concierto formidable, incluso distinto por la parte que toca a Yosi, que he de decir en honor a la verdad, que bordó el concierto, vocalizó muy bien, se sabía las letras y por primera vez desde hace mucho tiempo lo vi muy centrado sin excesos interpretativos ni gestos grandilocuentes, que a mí personalmente me cansan un poco, y con las canciones muy bien llevadas.
Decir ya para terminar que faltó alguien en este concierto... mis amigos Jose y Miriam. Mi crónica va para ellos y por el próximo en el que nos veremos.