Sólstafir 2017 Berdreyminn
La evolución  de este grupo alcanzó su cenit en su obra anterior “Ottá”, y con esta nueva obra emprenden esa senda descubierta, mostrándonos su parte más atmosférica de su particular estilo. La inicial “Silfur Refur” nos engancha con esa atmósfera glaciar y con Adalbjorn Tryggvason llevando el peso del tema en su desgarradora voz y en las guitarras de Sæþór Maríus Sæþórsson y la suya propia, siendo un acierto como primer single.
 
Los pequeños cambios sonoros aparecen ya en su segundo tema, “Isafold”, que se abre con un teclado muy años ochenta y que destila mucha melodía, con un bajo de Svavar Austman profundo y otra gran labor vocal de Tryggvason.
 
La melancolía asume su espacio con una intensa “Hula”, tema lleno de detalles como una melodía de piano sugerente, buenos arreglos vocales sorprendiendo la colaboración de la soprano Margret Einarsdottic, un perfecto colchón de teclados de Halldor A. Bjornsson que le da mayor oscuridad y el acompañamiento del grupo  Amiina en los arreglos de cuerda.
 
Un inicio inquietante solo con la guitarra y la voz en “Naros”, que luego se transforma en otro ejercicio de rock ambiental con buenos pasajes, sonando el bajo saturado de Svavar impresionante y una gran labor del nuevo batería de la banda Hallgrimur J. Hallgrimsson.
 
Piano y cuerdas abren “Hvit sceing”, inicio pausado mientras recita Tryggvason y un violín contrapone su voz rasgada, hasta que el bajo y la batería emergen para que una melodía de guitarra se apropie del tema y te lleve a recordar ligeramente a la sintonía de la mítica serie Dr Who; gran tema con otros buenos arreglos vocales.
 
Siguen la pauta melancólica, siendo el protagonismo inicial el piano para la lenta “Dyrafjordur”, con un lick de guitarra oscuro que nos hace pensar en un blues gélido y oscuro; la canción se torna más melancólica en su parte central gracias a esa melodía de piano acompañando a la guitarra, que nos arrastra hasta el final del tema.
 
Sorpresivo inicio vocal en “Ambatt”, su tema más arriesgado del disco, con aires iniciales a mis añorados Type 0 Negative, con una labor sublime del batería Hallgrimur y buenas voces de Tryggvason; con un buen lick de Sæþór en la guitarra y ese final opresivo te deja más que satisfecho sus ocho minutos de duración.
 
El órgano inunda todo cuando “Blafjal” inicia su andadura, canción intensa con un ritmo trepidante, vocalmente trabajada por su líder, amén de esas melodías simples pero efectivas, guitarras más afiladas y con un final alocado con un órgano sacado directamente del The Wall que te absorbe en su escucha.
 
Hasta aquí el álbum normal. En la deluxe edition hay dos bonus tracks:
 
“Svart blod”, temazo que no encuentro explicación de ser un bonus, con buenos coros, dividido en dos partes, una inicial lenta y pesada, la otra rápida y desgarradora que hará las delicias a sus seguidores.
 
“Samband i Berlin”, menos impactante que la anterior, siguiendo un poco la línea del disco, canción de medio tiempo con pasajes ambientales sugerentes y donde la interpretación vocal mantiene el hilo del tema.
 
Portada y libreto perfectos. En la edición caja deluxe incluye pin, parche y  tapones para los oídos. Producción excelente a cargo del midas islandés Birgir J. Birgisson, Jaime G. Arellano y Tryggvasson. 
 
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