Desde el Outono Codax Festival “no tocábamos hueso” en lo que respecta a música en vivo y en directo. La sequía rockeril estaba servida y había que hacer check-in a la mínima oportunidad en que la oferta musical asomase la cabeza para cautivarnos.
Así, VilaBlues anunció, a principios de febrero, el concierto de LISA & THE LIPS que finalmente tuvo lugar el pasado viernes 31 de marzo, pasadas las 21:30h, en la sala Capitol de Santiago de Compostela y que, con estas líneas, intentaremos rememorar con un mínimo de justicia.
El concierto se enmarca dentro de esa cuenta atrás hacia una nueva edición del festival VilaBlues que tendrá lugar en Galicia este verano. Esperemos que sigan más directos con esta excusa musical maravillosa denominada "VilaBlues on the road 2023".
Y se notó el desplazamiento de los fieles gallegos del blues, rock, R&B, soul etc... que dejaron sus aposentos cotidianos para crear un casi “sold out” a merced de la sed del calor que esta música arroja.
Para abrir boca se nos presentó a GONZALO ARCA. El artista se caracteriza por estar “solo ante el peligro” acompañándose, únicamente, de su guitarra acústica, de su ingenio y de su voz. Descarga versiones del rock de ayer, de hoy y de siempre llevándolas a su terreno y dándoles un matiz melancólico pero cargando el ambiente de buenas ondas que llegaban al público, en forma de bromas, entre tema y tema, con buena acogida entre el respetable. Buenas sensaciones las que nos dejó el músico de Vilagarcía que, distanciándose de Bob Dylan, apostó por animar a los presentes a hacer fotos y vídeos sin contemplaciones.
Con su corrosiva y cálida voz, según el tema, consigue mantenernos atentos siendo su propuesta valiente, al encontrarse sin muros de sonido ni envolturas que puedan disimular algún que otro devaneo musical. Durante unos treinta minutos, dejó caer clásicos como el multiversionado “Before You Acuse Me (Take a Look at Yourself)” de Bo Diddley y que Clapton lanzó al estrellato dejándolo allí para siempre.
De repente, me encontré con el suministro de dos botellas de cebada en las manos, sin quererlo, debido al entusiasmo de mis amigos y, con ese buen talante, empecé a escuchar el plato fuerte de la noche: LISA & THE LIPS. La confabulación estaba servida y, a la par, comenzaron las hostilidades musicales a golpe de viernes primaveral. Ojo que hay que recordar que esta gente venía en mini gira de 3 días de concierto consecutivos por la geografía gallega.
Bob Vennum (guitarra y coros) y Lisa Kekaula (voz principal) hicieron que THE BELLRAYS sucediera en 1990, en Riverside (California), con dosis variadas de garage-punk, blues y soul. La banda giró por todo el mundo haciéndose un hueco en los circuitos mundiales del estilo. Con Lisa & The Lips aflojan distorsiones y nos sumergen en una mezcla explosiva de funk-soul.
Con un look muy semejante a los músicos de los 70’s, pertenecientes a la Motown, Lisa es la líder indiscutible de la banda, es la maestra de ceremonias que se hace omnipresente en todo el show. Su chorro de voz imprime el carácter adecuado a cada uno de los temas y está siempre ahí dejando, eso sí, el espacio necesario para el lucimiento de los músicos que la acompañan y que la enaltecen con sus solos de guitarra, vientos o teclados.
Básicamente su set list está conformado por el único álbum que han lanzado al mercado, de momento, con el título homónimo de la banda. Sonó la swing-nera “Troubleb Mind” y también la desgarradora “Mary Xmas” que nos trasladó a los 70’s. El soul-funk más añejo y castizo se hizo presente con “Push” y “Stop the Dj”, brillando los vientos en la coral “Come Back to me” que basculaba así entre el rock y el pop. Bajaron revoluciones con el elixir soulero “The Pick Up” y la tonada “Blackboard” dando paso a versiones y todo el cancionero que se mueve por estos derroteros del "estamos en el groove".
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En sus filas militan nada más y nada menos que seis músicos más, completándose así una formación de ocho instrumentos sobre el escenario, casi todos ellos originarios de la escena musical española destacando el vilagarcián Pablo Pérez, a la guitarra, y Paul Rodax, al bajo.
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Cierran el círculo una dicharachera sección de vientos, con saxo y trompeta, que, a la par con los teclados, ponen la guinda al pastel. Mención especial merece el zurdo batería que acompaña a la banda y cuyo trabajo en las pieles es interminable.
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Hipnotizado por el show, me veo amenazado, nuevamente, por un tercer zumo de cebada, donde mis dos únicas manos no alcanzaban ya a entender el desafío. Después de casi dos horas de desgarramiento roquero, con sus respectivos bises, Lisa y Los Labios nos dejaron agitados, excitados y con un buen “subidón” de adrenalina que perduraría varias horas en nuestro organismo.
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Dar las gracias a la gente de VILABLUES, que han sido los encargados de producir todo este montaje y por el trato recibido; os convoco para el festival del mismo nombre que tiene lugar todos los años, en diferentes ubicaciones de la geografía gallega, bien a finales de julio o a principios de agosto. Tomad nota.
¡Nos vemos en la próxima!.