FELLOWCRAFT 2021

Estos norteamericanos presentan su tercer trabajo con proyección a todo el mundo, practicando un bonito rock muy enraizado en el grunge y derivados, primando las buenas melodías y sugestivos coros.

Abren con una enérgica y ruda “Coyote and the desert rose”, con el bajo de Brandon Williams llenando un gran espectro sonoro, acompañado de una inquieta guitarra de Pablo Anton, que destila blues de muy buen gusto, y una contundente batería de Zach Martin; la voz del fundador de la banda Jon Ryan te lleva a esa época de finales de los 90 y principios de este siglo, pero evitando estridencias.

“This is how the world ends” es su single de presentación, un medio tiempo muy dinámico, poseedor de un bello estribillo realzado por los coros, con una gran labor del batería en su progresión, acentuado por unos arreglos de guitarra excepcionales y llenos de sentimiento blues, que te deja al final de su escucha una cascada de sensaciones sin definir.

Mi tema favorito es “Last great Scotsman II”, canción con mucha intensidad, con gran dinámica de la batería, con la voz de Jon Ryan muy emotiva, mientras Anton vuelve a lucir bellos pasajes con su guitarra; esos coros finales son tan pegadizos que no se te quitan del cerebro.

Más rockera suena “Sun hangs low”, una búsqueda hacia ese sonido que practicaron Live o Collective Soul, dejando que el bajo de Brandon mantenga el pulso e intensidad junto a la batería, mientras Jon Ryan abre más su registro y la guitarra de Anton suene más armoniosa.

Llega una sorpresiva y grata versión de la banda británica Skunkworks (Bruce Dickinson), “I Will not accept the truth”, dónde colabora el bajista original Chris Dale, y que realmente les ha quedado mejor que con Bruce; se puede disfrutar viendo su vídeo publicado.

En su más reciente single “Make no sound”, abren más su espectro musical, con un riff abrasivo, colaborando con su guitarra y voz Nate Bergman (Lionize), poseedora de un riff abrasador y un estribillo pegadizo; buenos agudos vocales, bajo intenso y otro buen ejercicio de batería y guitarra; otro de sus mejores temas.

Suena más crudo “Get up Young Phoenix”, grabado en directo en el Ivakota Studio, con una interpretación vocal de Jon Ryan fluida y directa, similar al Ian Atsbury más rockero, siendo un tema de base blues pesado con un tempo e intensidad muy logrado, rozando el Stoner rock.

Seguimos en directo desde el estudio con “Proliferation Nation”, una continuación de lo anterior en la interpretación de Jon Ryan, pero con mayor brío, destacando el muro que ofrece el bajo de Brandon y los breaks del baterista Zach Martin, dejando libertad creativa para los arreglos de guitarra además de aportar un logrado riff.

Cierran con la demo acústica de la bella “This is how the world ends”, cruda y sin retoques.

Portada buena. Producción buena pero mejorable, falta brillo a los temas. Gustará a los que disfruten del post grunge, desde Collective Soul o Live, como Staind o Creed y Shinedown.

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