Desde Madrid llega esta formación que destila un rock clásico setentero con mucha influencia británica y que sorprende por su versatilidad.

Con un riff pegadizo muy de esa escuela abren “I really need you”, con un bajo penetrante de Alejandro Hervás acompañando la gruesa y potente voz de Nina Agudo, mientras la batería de Emiliano Fiori suena muy seca pero con pegada; se disfruta ese interludio muy Purple con la guitarra de Markus Tautz acompañando el órgano de Esteban Rabadán y luego desembocar en esa cabalgada que provoca el riff principal de la canción. Es su single. 

Sonando más grueso llega “One, two and three men”, riff pesado y saturado para las estrofas, pero con mayor carga melódica en su estribillo, con Nina pasando de rasgadas notas a limpias sin resentirse su garganta; rock setentero con influencias USA.

Primera versión con muy buen gusto, todo un clásico de Thin Lizzy como “Dancing in the moonlight” que a Nina le viene como anillo al dedo, modulando su potente voz en cada parte y arrastrando al resto a una genial interpretación, con gran labor de Markus en la guitarra.

Mi tema favorito es “Dangerous sorrow”, con ese inicio lento del bajo de Hervás y la voz de Nina, que irán incrementando su energía la guitarra de Markus y el órgano de Rabadán poco a poco, con la batería de Fiori ayudando con esa subida contenida pero constante y que durante todo el tema tendrá una gran labor; se disfruta mucho de ese melódico puente hasta llegar al estribillo, y cuando todo se acelera ya estás metido en la canción.

Con la enérgica “The Box” destilan Deep Purple por todos lados, con ese riff de órgano y las estructuras vocales que te enganchan a ese pasado; la sorpresa de este tema radica en ese interludio que te lleva hacia bandas más prog tipo Camel, dejándote una escucha mucho más agradecida.

Llega el single “Living in my room”, inicia un piano evocador y la voz de Nina con energía, pero se estructura en un tema de hard rock lleno de arreglos de cuerda para darle mayor profundidad, con la mejor interpretación de Nina y una gran labor de toda la banda.

“Let’s spend the night together” es un rock and roll en la linea de los Faces para animar al oído y que se deja escuchar sin más.

Llega la lenta e intensa “I want to find out”, rock clásico con una buena aportación del bajo de Hervás y la melódica guitarra de Markus; otro gran tema.

El cierre lo hacen con el “Hey you” de Pink Floyd, buena versión y buena interpretación de Nina, haciéndola propia y con unos arreglos distintos que les acerca a su propuesta musical.

Portada llamativa. Producción muy buena. Gustará a los amantes del rock clásico de los setenta, Deep Purple, Humble Pie, Uriah Heep, Fleetwood Mac...

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