Tarde de domingo lluviosa en la ciudad de As Burgas en este diluvio primaveral que no parece tener fin pero que, al menos a nosotros, no nos iba a asustar para ver a los amigos de Motores y la vuelta tras un tiempo alejados de los escenarios, que no parados, de La Sombra.
 
Fueron los ourensanos los encargados de empezar a calentar a un publico poco numeroso pero si lo suficientemente ruidoso para animar a la banda que presentaba en directo a Nico, nuevo bajista de La Sombra.
 
Servidor no los había vuelto a ver desde su concierto de 15 aniversario, en marzo de 2016 en el antiguo El Pueblo (puedes leer la crónica AQUÍ), así que había ganas de ver si continuaban en tan buena forma como siempre. No defraudaron.
 
Su bajista Nico encaja perfectamente con el resto de la banda y le da ese punch en los graves que unido a la contundencia de la batería de Jacobo crean la base para que Carlos descargue esos riffs agresivos y sucios marca de la casa y un gran Lucas se luzca con sus solos, que gusto da ver tocar a este chico. Diego BF como siempre, grande, es uno de los cantantes ourensanos cuya voz más me gusta y escucharle cantar siempre es un placer y esta noche no iba a ser menos.
 
Se les vio cómodos en el escenario del Auriense, disfrutando de sus canciones con un público cómplice que también se lo pasó bien con el repertorio de la banda, basado en sus últimas canciones como la enérgica Nada por lo que luchar, con la que comenzaron.
 
Consumiendo vida en vano, Imagina que, Mirada azul, Sueño o No llueve eternamente fueron algunas de las canciones que pudimos escuchar y comprobar con ellas como la banda mantiene ese nivel al que nos tenían acostumbrados. Presentaron, además, un tema nuevo Imposible, que sonó realmente bien, y se quisieron despedir con Destino, tema incluido en nuestro II Rockopilatorio ourensán (puedes descargarlo AQUÍ), pero el público no les dejó ni siquiera bajarse del escenario y con la vista fija en el reloj tocaron la única versión de la noche Wicked game de Chris Isaak. Buen final dejando al personal lo suficientemente encendido para lo que venía.
 
La Sombra
 
Motores siempre han tenido una etiqueta de banda “maldita”, tal vez en otros tiempos la suerte no les acompañó todo lo que se merecían pero hoy en día son una banda consagrada que se ha ganado, por merito propio y concierto a concierto, el cariño del público. Y aunque, precisamente hoy, este no fue todo lo numeroso que cabria esperar si le supo dar a la banda todo el calor necesario para disfrutar de una buena noche de Rock & Roll.
 
Salieron con ganas y aunque venían con la remasterización de “Noche de lobos”, su disco más popular, bajo el brazo no se centraron en él haciendo un repaso a toda su discografía. Así pudimos escuchar canciones de “Rotos por las costuras” como la que le da título o la que fue protagonista del primer videoclip de la banda Vértigo. De “Un día perfecto” cayeron Cartas marcadas y una muy bien recibida Nunca quise ser como tú. Mientras que de “Caníbal de lo ajeno” sonó el tema homónimo del disco y Barcos naufragados. Por supuesto no faltaron temas de “Noche de lobos” como Carroñero, Mala hierba o una muy querida por todos como es Camino al porrón.
 
Se veía al cuarteto disfrutando de su concierto con mucha complicidad entre ellos, buscándose continuamente y buscando, también, que el público se implicase en cada canción. Algo que consiguieron especialmente en temas emblemáticos como Noche de Lobos, De lo malo lo peor o el tema más coreado por el respetable Cómprate un perro! Tal vez el mayor éxito de Motores y momento cumbre de la noche.
 
Se despidieron con Alguien normal dejándonos a todos más que satisfechos y pienso que a ellos con buenas sensaciones tanto por lo vivido sobre las tablas como por la respuesta de un público que, aunque no muy numeroso, sí supo estar a la altura de esta Noche de lobos que nos regalaron los de Vigo. Si tienes ocasión no deberías de perdértelos.