¿Qué cabe esperar de una semana cuando arranca a golpe de bolo un martes con “la mejor banda de rock & roll del mundo”? Cualquier cosa es posible...
 
Eddie Spaghetti voz y bajo, Marty Chandler guitarra y Chris Von Streicher a la batería. Tras dos años sin dejarse caer por tierras gallegas regresaban al mismo local que los había acogido por última vez, justo antes del parón pandémico: la sala Rouge de Vigo, dentro del ciclo “Máis que blues”. La cita con los Supersuckers era ineludible.

“Soy Eddi Spaghetti y estoy aquí para patear tu culo…” (Rock Your Ass). “Nací con rabo, soy malvado y corro libre, hay plomo fundido en mi, estoy aliado con Satanás…” (Born with a Tail). “No voy a parar, sabes que no puedo controlarlo, así que agarrate fuerte, no soy una mula, soy un potro salvaje” (Ain’t Gonna Stop). Con declaraciones de intención de tal calibre y una contundencia sonora como la que emana de la santa trinidad del “cowpunk-hardrock mamoniano”, la noche seguro merecerá la pena.

Con más de treinta años de idas, venidas, desencuentros, enfermedades y todo tipo de vicisitudes, continúan haciendo lo que mejor saben: patear culos con unos directos arrolladores. Nunca colocarán un tema en las listas de éxito. Nunca se harán millonarios.

Unos verdaderos “obreros del metal”, auténticos “curritos” del rock n roll, y… ¡Cómo se lo curran!
 
 
Venían a presentarnos su último disco: “Play that rock n roll” (2020) en una sala con muy buena entrada. El concierto fue de menos a más. Pequeños problemas de sonido en los primeros temas rápidamente subsanados. Una hora quince minutos de speedball rockanrolero que no convencieron a nadie, no hacía falta, la gente venía convencida de casa.
 
Sabía perfectamente que esperar de los de Seattle: “Tenemos los mejores fans del mundo y nadie se preocupa más por ellos y por nuestra música que nosotros” – Eddie Spaghetti. Entrega y diversión encima y debajo del escenario con el trío en magnífica forma. Arrolladora dosis de rock & roll que emana de la veteranía y la cerrazón de unos músicos con las armas listas para no dejar a nadie indiferente: odio o amor incondicional. “¡Sólo recuerda traer los gayumbos limpios porque se te van a caer los pantalones!” - Eddie Spaghetti.
 
Dispararon temas del disco que venían a presentar intercalando sus himnos de batalla y remataron la faena a golpe de los Thin Lizzy, ZZ Top, Michael Monroe... Todo al insano volumen que de ellos cabe esperar . Sonrisas de oreja o oreja a la salida de la sala, merchandising funcionando y pilas recargadas al menos hasta el siguiente concierto.
 
Nada más que contar de una banda de la que el mismísimo Lemmy Kilmister llegó a decir: “Si no te gustan los Supersuckers, entonces no te gusta el rock and roll”.
 
La próxima vez, que no te lo cuenten, pasarán lista...