Hacía tiempo que un servidor no podía acudir a un concierto de Los Eternos a quienes no veía desde su concierto con Chris Masuak en este mismo escenario ourensano y la verdad es que tenía ganas a los de Cedeira así que esta vez no dejamos pasar la ocasión de acudir a su concierto y disfrutar de su Country Rock.
 
La formación ha sufrido ligeros cambios desde la última vez que un servidor pudo disfrutar de la banda en directo. Así a los incombustibles y “eternos”, Cudi, Torres y Chewis se han unido Marcos a la batería y Álvaro Lamas a la steel guitar, de la que fue uno de los pioneros en usarla allá por los 80 y cuya incorporación al sonido de la banda, sin duda, les ha hecho ganar enteros.
 
Poca gente al inicio del concierto, algo que, por suerte, mejoró al rato de empezar a tocar la banda, haciendo mucho más animado el buen ambiente que se respiraba ya antes del inicio de su actuación.
 
 
Nos trasladaron al viejo oeste con su instrumental Morricone, tema con el que homenajean al compositor de algunas de las bandas sonoras más recordadas del cine, en especial del Western. Seguimos con sonidos del country más americano con 10 balas o Revolución de su último trabajo “Vientos solitarios”, cuya presentación está tocando a su fin, como comprobamos está noche con la presentación de varios temas nuevos que irán incluidos en su próximo trabajo como Vida y muerte, A veces toca perder o Dioses en la pared, que ya habíamos podido escuchar en las redes como single de adelanto.
 
Con el personal en el bolsillo y ellos disfrutando en el escenario sonaron más canciones de “Vientos solitarios” con las que lo mismo nos transportaban al viejo oeste como con Adiós mi corazón o la instrumental Savalas, dedicada al mítico Kojak, como lo mismo nos ponían románticos como con Dejame entrar, pero sin dejar de hacernos rockear como con la versión de Apuesta por el Rock & Roll de Más Birras.
 
 
Sonido más pop con Siete días en contraposición con Licencia para vivir mucho más rockera, puedes ver el vídeo que grabamos al final de la crónica, pero sin abandonar el sonido del sur estadounidense con temas como el de su videoclip, Tempestad, o el que le da título al disco Vientos solitarios, versión del Four strong winds de Ian & Silvia que popularizará en los 70 el maestro Neil Yong. Aunque canciones nuevas como Inexorable, Borracho o La oscura montaña nos dejan con ganas de que su nuevo trabajo no tarde.
 
Para el final dejaron The river of my time y la divertida I go through my pockets temas de su disco “Back on the road” de 2010 y un par de versiones que hicieron las delicias de todos los presentes, Bloody Mary Morning de Willie Nelson y Ghost riders in the sky de Johnny Cash con la que se despidieron dejándonos a todos con una sonrisa en la cara y la sensación de haber viajado a las raíces más autenticas del sur de Estados Unidos. Esperemos no tardar tanto en volver a viajar con ellos.