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Originalidad - Lo más complicado: ¿Se puede ser original?, ¿en qué consiste la originalidad?, ¿está todo inventado en el rock n roll?… tema para arduo debate, con unas birras, en cualquier madrugada.
Billy Tibbals no inventa nada, pero lo que hace lo hace muy bien. Podríamos decir que es un joven con alma vieja. Su música se mueve entre el glam rock, la música de los setenta y la new wave ochentera. Sus tres trabajos hasta el momento, han recibido excelentes críticas. -
Carisma - Su presencia escénica es arrolladora y la capacidad de conectar emocionalmente con el público es total.
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Habilidad musical - Buen dominio de la guitarra, buena voz y, en general, un sólido talento.
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Composición - Melodías pegadizas y buenas letras sobre temática juvenil: el aislamiento, la inconformidad… Temas audaces y provocativos para moldear las mentes de los joven es estadounidenses.
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Estilo visual - Su imagen complementa su estilo músical, tanto encima del escenario como en el apartado gráfico que acompaña su obra.
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Trabajo duro - Perseverante y dedicado, tanto en la práctica como en la promoción de su música. En fin, un currante.
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Red de contactos - Con un productor como el mismísimo Chris Robinson de los Black Crowns que más se puede pedir.
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Energía en vivo - Habrá que esperar a verlo en el Auriense...
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Adaptabilidad - La capacidad para evolucionar y experimentar con su sonido sin perder su esencia, se le supone. Habrá que hacerle un seguimiento en lo que está por venir.
Por todo ello podemos afirmar que el próximo 5 de noviembre estará sobre el escenario del Café Cultural Auriense posiblemente uno de los pilares centrales del nuevo resurgir del rock n roll en la ciudad de los Angeles.
Como para perderselo...
“Billy tiene el sueño del rock n roll en sus ojos, polvo de estrellas en sus manos, la cabeza llena de música y la pista de baile a sus pies"
Chris Robinson
