BestLife 2017 Changes
Segunda entrega de larga duración de estos Ourensanos, y aunque sea un dicho manido, realmente es el disco de maduración y confirmación de su propuesta musical. Su pop de visión global tiene recompensa en esta obra, recogiendo trozos de todas las épocas, ensamblándolo perfectamente. Con su inicial “Coming fast”, un medio tiempo con sonoridades muy evocadoras, te retrotrae a los ochenta más oscuros, con grandes voces por parte de Manuel y Hugo.
 
Siguen manteniendo el nivel vocal en “Our last resort”, algo más lenta que su predecesora, pero que aglutina armonías sesenteras británicas con regusto americano de este siglo bajo un colchón de hammond de su nuevo teclista Oscar Alvarez.
 
Juegan con las sensaciones auditivas en “The wreck”, un surcar por el pop eléctrico a base de guitarrazos intensos de Hugo y la batería de Angel Gorgoso, mientras la voz de Manuel lo dulcifica con sus versos.
 
Alegran su propuesta con “No matter”, aires de unos U2 lejanos, con otra buena labor del batería y buenas armonías vocales, resultando una canción muy efectiva. Los teclados inundan el inicio de una de sus mejores canciones, “First time”, un medio tiempo bien construido, con una batería que mantiene su pulso, unas líneas del bajo de Jorge muy sugerentes y un estribillo contagioso; de lo mejor del disco para mí.
 
Las acústicas llegan con “Ordinary people” para adentrarnos en un brit pop de buena factura, con otra batería que arrastra con elegancia la escucha, jugando con las atmósferas la guitarra eléctrica de Hugo, además de otro juego vocal muy logrado, llegando a recordarte a los The Verve.
 
Ese oscuro riff inicial de la atmosférica “Afraid of the dark” logra acaparar tu atención, y la canción posee una cantidad de arreglos y detalles que la hacen merecedora de ser de otro punto fuerte del álbum.
 
Sin duda “Every man must die” es la joya compositiva de esta obra, una pieza de pop densa en su atmósfera, con compleja estructura musical que pasa desapercibida por las armonías vocales, y que te sumerge en una epopeya musical que al finalizar su escucha te deja con ganas de más.
 
Portada y libreto currado por parte de Miryam Pato. Producción excelente de Javier Abreu.  
 
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