Sin haber logrado todavía su Obra Maestra, el cuarteto californiano Mapache, se aproximan a ese trabajo notable, gracias a esa evolución hacia la electricidad y la ornamentación que se echaba en falta en sus tres primeras primeras referencias discográficas, en las que funcionaban como dúo. Este es su quinto Lp - contando con su álbum de versiones - y mejor cancionero hasta la fecha, titulado “Swinging Stars” y editado por el sello Innovative Leisure, este ejercicio 2023.

Una banda que podría pertenecer perfectamente a la escena musical que pobló el barrio angelino de Laurel Canyon durante la segunda mitad de los años 60s y la primera mitad de los 70s y cuya base rítmica -bajo y batería - se emparenta cada vez más con la de los Crazy Horse. Sobre todo, por la sobriedad de sus ritmos de batería y por las acentuadas digitaciones de su bajo. También sobresale una “pedal steel guitar”, que planea a lo largo de muchos de los catorce cortes, condensados en casi 53 minutos de duración.

Vuelven a decantarse por tonadas interpretadas en español, como es el caso de la pieza inicial, “Sentir”, “Midnight” o incluso por un tema instrumental titulado “Home Among The Swinging Stars”, en el que destaca la flauta de Clay Finch. “Sammy Boy” y “People Please”, son dos medios tiempo. En el primero sobresale el uso de escobillas y en el segundo el esquelético solo de su guitarra eléctrica. Los ritmos sincopados hacen acto de presencia en la pista “Waht A Summer” y el dobro de Sam Blassuci en el country de media tarde “Where'd You Go”, que además parece recibir el influjo del canto tirolés en instantes concretos, gracias a sus leves inflexiones vocales.

Y ahora vamos a las gemas musicales que atesora esta obra y que resultan ser unos country-rock de manual que podían firmarlas perfectamente grupos como Wilco o The Jayhawks. Una de ellas, es ese reconfortante abrazo musical, titulado “Reflecting Everything”, que gracias a su dulce nostalgia consigue arrancar una sonrisa de complicidad en el oyente. Ritmo uniforme, ondulante “pedal steel guitar” durante todo el tema y una manera de cantar cálida y cercana, que se complementa perfectamente con su mágica armonía. No se puede peridr más. “Raibow Song” es una canción “de puesta de sol” que podría firmar perfectamente el Neil Young de los primeros 70s, mientras que en “Encinal Canyon”, los arreglos de guitarras eléctricas restallan de manera resplandeciente.

Hay aquí dos temas destacados que tiran hacia el pop, como es el caso del corte número dos, titulado “French Kiss” - en el que descuella la progresión descendente de sus notas de piano en la melodía principal – y la épica que trasmite el breve estribillo de “Ghosts”, donde vuelven a sobresalir las notas de piano y una voz que por momentos se rompe intencionadamente.

Podemos decir que Mapache, dentro de su coherente evolución, han vuelto a registrar uno de esos discos para escuchar en la sobremesa, mientras uno se balancea en la hamaca o disfruta del postre a la sombra de un árbol. Otro cancionero que parece elogiar a la pereza y que incita que nos recreemos – por ejemplo – en el vuelo de una libélula.

 

Más información:

https://www.facebook.com/mapachesounds/

https://mapachesounds.bandcamp.com/album/swinging-stars