Desde West Virginia (USA) nos llega este increíble guitarrista, el cual con su acústica no dejará indiferente a nadie. Algunos de sus temas ya tienen sus años, así que esta vez está acompañado de Sean Sydnor al bajo y de Chris Hudson a la batería, que nos entregan una obra que se disfruta mucho y sin tiempo para el aburrimiento.
Abren con “Torque” y esas ondulantes notas que pronto se convierten en un paseo por el funk rock alternativo (Incubus), eso sí, con los instrumentos acústicos como insignia; buena progresión de acordes que te engancha en su primera escucha, bajo hipnótico y una batería omnipresente, jugando con texturas inimaginables, dejando espacio para lucimiento de Sean.
Bajan algo las revoluciones cuando entra “Silver maple”, una especie de balada a lo Joe Satriani pero con seis cuerdas de acero, con una bonita melodía principal, dejando que el bajo asuma una labor de acompañamiento armónico precioso, y que Chris haga del hit-hat su timbre principal; otro gran tema.
El viaje continua con “The Tournament”, que con su lento inicio te arrastrará hacia nuevas texturas instrumentales, con un brillante Elliott en sus desplazamientos por el mástil, sonando a esas canciones de la new age de principios de los noventa (Michael Hedges).
“Joystick” fue su carta de presentación para esta obra, un tema que rezuma frescura y melodía pegadiza, con un ritmo atrayente y jugando bien con las atmósferas; otro lucimiento de Sean y Chris en sus instrumentos.
Suena más oscuro en “Rain shadow”, con ese riff circular que te arrastra a una espiral de notas prístinas de las seis cuerdas y graves en las cuatro; sorpresa por esa parte intermedia bien encajada en esa espiral musical. No bajan la intensidad al iniciar “Elipsos”, buscando nuevas sonoridades, con mucha fuerza en las partes rítmicas de la acústica, llegando por momentos a distorsionar, una batería que dinamiza mucho el ritmo y gran lucimiento del bajo; otro de sus temas más destacables.
Empapados del rock alternativo nos desgranan “4_20”, otro tema con buen groove, donde las cuerdas graves toman protagonismo y los acordes aumentan la sensación de magnificencia; buenas notas de Elliott, e insuperables breaks de Chris.
Mucha impresión desprende “Insignificant”, notas coloreadas, riff hipnótico y una base rítmica por momentos abrasiva, dando como resultado su tema más pesado y crudo, a pesar de esos momentos más calmados.
Nos llevan de nuevo a los sonidos más oscuros y etéreos con “The Wolf and the hawk”, buscando melodiosos fraseos de la acústica de Elliott mientras el bajo de Sean redondea con sus graves deslizamientos; Chris mantiene bien el pulso para no alterar esa sensación agradable de candidez musical.
El cierre lo hacen con “There’s something in the airlock”, otro gran tema donde brillan todos a un gran nivel, con riff contagioso de bajo y acústica, batería suministrando el tono adecuado, siendo otro de sus mejores temas.
Final sorpresivo y lleno de matices que te dejan impresionado.
Portada normal. Producción muy buena.
Disfrutarán mucho los que gusten de música alternativa e instrumental, así como del rock alternativo en general: Incubus, Days of the New, Adrian Bellue, Michael Hedges...
