Desde Hungría llega esta potente banda de metal progresivo instrumental con gran influencia del postrock que seguro hará disfrutar a bastante gente. Esta es su quinta obra, la tercera con Inverse Records, y que su apuesta por ellos no defrauda.
Ya con su anterior obra Shape Without Form del 2020 me engancharon, y con esta me han cautivado. “Get rid of”, su más reciente video single, abre con fuerza el álbum, una apisonadora de riff y un ritmo endiablado que Bence Rózsavölgyi (guitarra), Zoltán Cserős (batería) y János Stefán (bajo) te van a asaltar el cerebro; luego cambian a un pasaje hipnótico protagonizado por el bajo de Stefán que eleva la sensación de que estás ante un tema de gran inspiración junto el psicodélico teclado de János Pusker, para que a la vuelta al riff principal todo cobre más sentido con un cello integrado, aportando a este post rock instrumental una bella factura.
Llega “Leaders”, segundo video single, otro increíble tema, con esa intro de piano de Pusker que va ser constante mezclándose con sonidos atmosféricos en una elevación sensorial perfecta, con el bajo de Stefán capitaneando este momento, dejando que Bence toque con soltura entre enmarañados efectos de guitarra y la batería de Zoltán juegue entre beats y timbales, dando como resultado final un colage sonoro más que disfrutable (la sombra de Steve Wilson es alargada).
Le sigue el que fue su single de adelanto, “Chasing time”, una bella composición dividida en dos partes, una primera que en su apertura con e-bow ya te captura, dejándote desarmado para esa procesión de sonidos y melodías que te dejarán absorto durante esta parte del tema: cello, una batería siempre certera y una melodiosa tonadilla en la guitarra serán las causantes de que el disfrute sea el máximo; otra segunda más enérgica, buscando la complicidad del teclado y el ritmo pesado de la guitarra, llevándote por una senda más trepidante en su ritmo pero con muchos matices en su estructura, todo un alarde de metal instrumental con pasajes más épicos y un final de guitarra sublime. Sin duda su mejor tema aun durando más de doce minutos.
“Let me be no nearer” se abre con ese violín y la influencia zíngara de estos húngaros, bases programadas y batería más percutiva en un in crescendo logrado que eclosionará en un post rock potente, con riff de guitarra arraigada en su tradición musical, y con ese final lleno de épica emocional con esas voces tan celestiales que despiden con dulzura la canción.
Dan un giro a todo lo escuchado hasta ahora, “Acceptance” nos acerca con ese virtuoso piano y batería inicial al swing centroeuropeo, desarrollando pasajes de gran calidad, desembocando en un muro sonoro con guitarra pero sin perder la esencia inicial, y todo con ese ir venir de la melodía principal; otro gran acierto musical en esta magna obra.
Otro giro estilístico llega con “Deliberate disguises”, metal progresivo del duro, guitarras fuertes y disonantes, bajo profundo y una batería de técnica impoluta, todo sonando con contundencia, sin respiro, y que disfrutarán todos los que gustan de este estilo; la calidad técnica está más demostrada, brutal.
Recuperan su faceta inicial en “Reaper man”, riff potente acompañado de un bajo y batería contundente, jugando esta vez con teclados más industriales y con coros sintetizados, buscando sorprender con pasajes hipnóticos en contraste con voces habladas e influencias del synth de los ochenta; buen tema por su amalgama sonora y ese final potente.
Se intrinca más su música con “Whimper”, todo un tsunami sonoro que abrirá más recovecos en tu oído, que aun siendo una experiencia total en cuanto a los sonidos desplegados, la influencia Rammstein en su muro sónico de guitarra es palpable, como el teclado como secuenciador de sonidos perpetuos, y así dejando libertad a la batería para los breaks y a los toms sonar bombásticos; ese cello y acústicas le da el punto justo de salirse de lo normal, realzando ese punto de originalidad con ese final épico.
El cierre es con “Rejtekböl”, canción influenciada por los sonidos percutivos ambientales, con el cello y los teclados en primera línea junto las voces femeninas claras, con un final con toda la banda muy luminoso y bucólico a la vez.
Portada buena. Producción excelente. Disfrutarán mucho los seguidores del metal progresivo, rock instrumental y derivados: Porcupine Tree, Obsidian Kingdom, Riverside, Coché Vil, Mike Olfield, etc…