El 13 de marzo de 2022 sale a la luz el tercer álbum de la banda inglesa de black metal, Sidious, titulado “Blackest insurrection”, a través del sello Clobber Records y producido por Russ Russell (Dimmu Borgir, Napalm Death, Amorphis, etc). Originarios de Londres, tras una formación anterior, empiezan su andadura como Sidious en el año 2012. Cuentan en su discografía con un EP y tres álbumes completos.

 

“Blackest insurrection” se compone de siete temas, que van desde los 4 a los 8 minutos, en los que predomina el black metal clásico, pero con el sello personal del grupo. Los temas suenan potentes, e incluyen partes atmosféricas y oscuras; las guitarras brillan y nos ofrecen variados riffs, clásicos unos y más afilados otros. La batería cambia constantemente de ritmo y la voz es agresiva e inteligible, reflejando sentimiento en todo momento.

 

El disco abre con “Blackest insurrection”, tema que se desenvuelve a golple de blast, la voz desgarrada y las guitarras rápidas, pero melódicas, creando un ambiente hipnótico; reducimos un poco el ritmo, dando lugar a momentos melódicos y cambios de ritmo, para finalizar en la misma cadencia inicial.

 

“Blood-soaked mist” es un tema con una estructura similar al primero, en el que la batería pega súper rápido y el bajo machaca; se mueve en algún momento a medio tiempo y finaliza a toda brasa.

 

“Hailing shards of agony” se echa a andar con un pasaje instrumental lento, en el que incorpora la voz; un cambio de ritmo y una larga galopada de guitarra al unísono con el bajo. nos despiertan del ensueño. Posteriormente, el corte se vuelve épico, la voz recita con tono normal y se hace acompañar de unos interesantes coros; un break de guitarra rompe la magia, pero pronto recupera las sensaciones hasta el final.

 

“Thy palace yond the threshold” es un tema desarrollado a ritmo medio con un riff ligero de guitarra que lleva el tema. En sus casi siete minutos, tiene cambios de ritmo, coros que le dan un aire épico y partes recitadas. En su parte final, acelera el ritmo.

 

“Thousandfold will” es un tema potente, en el que la guitarra se lleva el protagonismo, creando un ambiente hipnótico en todo el corte; la voz suena agresiva e incorpora coros. Destaca también la batería, que cambia constantemente de ritmo.

 

“To konw my kingdom”, aunque se inicia a ritmo lento, pronto cambia, con la batería en modo vertiginoso y las guitarras machacando con riffs potentes, algunos con aires thrash. En su segunda parte, el tema se vuelve melódico e inquietante, reduce el ritmo, tornándose monótono; acelera un momento, pero recupera el mismo ritmo, acompañado por el sintetizador, creando un ambiente atmosférico hasta su finalización.

 

“Jewel of the hadean crown” se inicia con una larga introducción instrumental con aires acústicos. Es un tema a medio tiempo, aunque la batería acelera el ritmo en alguna ocasión. Las guitarras suenan intensas y melancólicas hasta el final.

 

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