BIG SCENIC NOWHERE The long morrow

No puedo negar que me engancharon con su EP Lavender Blues, y ahora traen su segundo larga duración, y me siguen enganchando con su desert rock tan genuino.

Gary Arce guitarra (Yawning Man), Bob Balch bajo y guitarra (Fu Manchu), Bill Stinson batería (Yawning Man) y Tony Reed voz, guitarra y teclados (Mos Generator) son los responsables de este proyecto mastodóntico.

Empezando por su tema final, “The long morrow” y sus casi veinte minutos de viaje entre piedras y estrellas te dejarán absorto desde su inicio muy The Doors, con las voces de Reed acompañado de los teclados de Per Wiberg (Opeth), que nos arrastra lentamente hacia unos pasajes donde cobra protagonismo las guitarras, con la colaboración especial de Reeves Gabriels (The Cure/David Bowie).

Así nos encontraremos con pasajes cargados de blues en las seis cuerdas, pasando a un blues rock grueso donde Reed desata su voz más exasperante, jugando con los riffs tan al uso, para luego despegarnos del suelo hacia un space rock polvoriento con ese hipnótico bajo y esas voces perdidas en el eco de los tiempos.

Sin enterarte los teclados reclaman su espacio a la vez que las armoniosas guitarras crea evocadores pasajes hasta su eclosión con las acústicas de fondo, entremezclándose con sintetizadores. Lucha de guitarras por el basto espacio, con solos disfrutables en su ejecución y en su sonido, administrando al oyente infinitas ondas sónicas que oscilan entre sintetizadores y efectos de pedal, sumergiéndote en un agujero del que sales gracias a la voz de Reed para sacudirte con rock portentoso y así descender de nuevo a la desértica tierra en una solemne sinfonía final. Con solo este tema merece ya su escucha.

La apertura con “Defector (of future days)” te da la sensación de que las buenas ideas bien resumidas brillan solas: buen riff, ritmo complicado pero efectivo, bajo muy presente, voz que encandila y estribillo brillante; sin duda otro gran tema. Le sigue una más desconcertante “Murder Klipp”, con ese raro ritmo, unas guitarras desequilibradas y ese regusto al grunge más esquizofrénico; esas guitarras finales y esas armonias vocales rearfiman ese grunge estilo Alice In Chains.

“Lavender blues” está aquí en otra versión más brillante, sobretodo en la voz y en los coros, dejando de lado su atmósfera más etérea, sonando así más californiana y menos desert, pero con Reed muy exultante y compartiendo en su final con un teclado de sonido muy británico. Con “LeDu” encontramos la rareza del disco, una amalgama de rock ácido mezclado con rock de los 90, donde la actitud y la energía centran el potencial del tema. Y como dije al principio, llega la epopeya de “The long morrow”…..

Portada excelente. Producción muy buena, aunque se nota que los temas surgen de jams. Gustará a los seguidores del stoner rock californiano, del desert rock y del blues rock setentero.

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