El duo escocés formado por Andreas Jonsson (voces y guitarra) y Ruaraidh Sanachan (guitarra, bajo, teclados y percusión) regresan después de su aclamado álbum de debut ‘Occultation’ que tantas alegrías ha dado a los seguidores de rock progresivo setentero. También se han acompañado para esta grabación de sus colegas Joe Gallagher (guitarra), Martin ‘Eggy Beard’ McKenna (Violin), Sondre Berge Endegal (bajo) y Stuart Coleman (teclados).
Abre el disco con el que fue su single de presentación “Jocker’s dance”, tema directo y muy pegadizo, con un estribillo muy logrado y ese interludio intenso; rock clásico sin estridencias, con la voz de Andreas melosa pero fuerte, un bajo con presencia y una batería muy orgánica.
Le sigue con mayor impulso “The serpentine path”, con ese riff y melodía de guitarra tan clásico, jugando con las dobles voces y los tempos, dejando al oyente disfrutar de texturas retro entre el teclado y los solos de guitarra a lo Wishbone Ash que te acaparan la escucha; otro gran tema del álbum.
Cuando surge ese órgano al inicio de “Sun and the moon” es inevitable acordarte de John Lord, pero con gran influencia del sonido Canterbury; batería potente, riff sugerente, voces reverberantes y un teclado omnipresente, dejando espacio para el disfrute de guitarras espaciales.
“The Devil’s sing” se abre con un arpegio siniestro acompañado de un violín triste, mientras una voz más grave de Andreas canta lánguidamente; cambio de ritmo y la guitarra se apodera junto del violín para hacer un dueto antes de despedir la canción.
Prosigue ese viaje a las profundidades de los setenta con la impactante “Cursed”, canción que encandila según la vas escuchando, apreciando los detalles en la interpretación de los instrumentos, todo muy nítido en las guitarras y con un bajo profundo, brillando en las voces y enfatizándolo más con el órgano; otro de sus temas más logrados, que a mi me recuerda a los Triana primerizos.
Está claro que de tanta influencia de los setenta no podría faltar Jethro Tull en su canción “Snake eyes”, ya no solo por la estructura y sonido, sino en algunos modos de cantar de Andreas, haciendo que su escucha sea como revivir a esa banda en esa época. Resulta muy grato escuchar “By your hand”, tema con ritmo, buenas voces y geniales cambios de tempo, con el dúo Andreas-Ruaraidh bien compenetrados con el resto; solo de guitarra explosivo.
Cierran con “The forest”, que mantiene ese pulso de las canciones iniciales, poseedora de un ritmo hipnótico y alegre en su primera parte, desarrollando bien esa capacidad de las dobles voces; en su parte central se espesa para dar paso a ese gran solo de guitarras dobladas, que desembocará en las acústicas enfilando un final armonioso y clarividente.
Portada y producción excelente. Encantará a los seguidores del rock setentero en general y en el rock progresivo británico de esa época, desde Blue Oyster Cult, Wishbone Ash, Camel, Caravan hasta Kadavar, DeWolf.