ALFONSO CORACE 2020

Este multiinstrumentista italiano nos presenta su primera obra. Quizás el abuso del vocoder a lo largo del disco te puede llegar a cansar (Trans de Neil Young), pero las melodías y estructuras de las canciones te va a contrarrestar esa sensación. Abre “Serenity” con ese vocoder, con un compacto sonido en global; las guitarras tienen junto al bajo mucha presencia, destacando las armonías de las seis cuerdas y unos buenos coros.

Sigue con “The End”, que empieza lenta para luego coger velocidad con unos buenos licks, dejando claro que esa melodía es la parte principal del tema y que trasmite una sensación pérdida; buena estructura con cambios de ritmo y sonido, con una batería más dinámica como en el metal actual.

Más brío con “Isolation”, metal actual con diferentes atmósferas, desde vocoder con melodía de piano a pasajes más heavy metal en sus guitarras, como también el uso de sintetizadores más pop. Resulta que “Control” es de lo que más me ha cautivado, con una estructura variable como su sonido, desde ese inicio metalero con un riff logrado y armónicos, a ese bajo profuso posterior acompañando una suave atmósfera, para llegar al brillo de las guitarras con armónicos, vocoder en la voz de Giussepe Orlando y una melodía pegadiza que hace de esta pieza de lo mejor del disco.

Con “Healing” se adentra en el heavy metal, con mucho palm mute y una batería abrasiva, destacando la voz de Elisabette Marchetti y ese muro de guitarras, dejando espacio para buenos riffs y mucha energía.

Suena algo más grueso “Turning clear”, el que fue avance del disco, un buen resumen de lo que pretende; se agradece la voz natural entre el vocoder, con cambios de ritmo y melodías, dejando una grata escucha el gran despliegue de su guitarra.

Mantiene con “Primitive” esa conjunción de melodiosas guitarras con armónicos, vocoder, synthes y una base rítmica contundente, dejando espacio para otros ambientes menos agresivos. Quizás “Dream” sea su tema menos arriesgado, jugando con las armonías vocales y sonando todo menos potente, pero con mayor melodía.

Gana mayor profundidad con “Spring”, un muro sónico inicial que te lleva a la sección donde la guitarra coge protagonismo, para luego lucir buenos cambios de ritmo junto a una batería explosiva; juega con los ambientes para llevarte a un final evocador con piano y muchos arreglos.

Cierra “People in disguise”, que lo abre una fina lluvia que nos lleva hacia el terreno más tranquilo del disco, con una letanía de acordes melancólicos hasta la eclosión de todos los instrumentos, y a partir de ahí una bajada hacia armonías más suaves hasta despedir el tema y el disco.

Portada normal. Producción buena. Para los que gusten de buscar sonoridades nuevas sin etiquetas.     

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