MR BISON 2020

Se les denomina una banda stoner, pero rezuma blues rock por todos los lados, y en este cuarto larga duración estos italianos lo reafirman. Así su apertura con la directa “Seaward” te plantará con el stoner más fronterizo con California, con los tres Matteo desempolvando riffs rockeros y un profundo bajo sin fuzz, con una batería muy revoltosa y con detalle en las voces realizadas por todos.

“From the abyss” se inicia con unas armoniosas guitarras de Sciocchetto y Barsacchi que te lleva a una especie de rock americano hiper vitaminado y a la vez edulcorado con ese juego de voces, mientras D’Ignazi mantiene el pulso ante los diferentes cambios de ritmo y textura, dejándote al final de la escucha como una montaña rusa de sensaciones agradables.

Su tema más largo “I’m the storm”, que ha sido elegido como single, es uno de mis favoritos; es una canción que te sumerge en una tormenta de sensaciones que van desde la psicodelia inicial por ese slide inicial, pasando a un riff rockero hasta llegar al hipnotismo de un bajo corpulento, y que cuando te deja a orillas de la voz, esta te irá elevando hasta un climax final y potente.

“Oudeis” llega de inmediato con ese sacro teclado para introducirte en un riff pesado y arrastrarte ante una avalancha sónica de blues rock, con una cruda interpretación vocal y una batería de D’Ignazi soberbia a lo largo del tema; las guitarras están increíbles y esos buenos coros vuelven darle ese punto diferenciador.

Siguen la pauta anterior con “The sacrifice”, un blues rock potente, con esas guitarras correosas y un bajo ocupando un buen espacio, mientras un hammond acolcha las brillantes voces, destacando esa gran influencia Hendrix y la labor del batería, toda una certera referencia; sigue impresionando la labor vocal del trío.

El sonido inicial del disco se recupera en “Underwater”, con ese dueto de guitarras elaborando unas armonías cuidadosas y la batería realzando la fortaleza del tema, entrando en el terreno del rock setentero americano, y que es acentuado por la calidad vocal y los licks de guitarra.

La última pieza es “The Curse”, que sorprende por esa candencia que destilan bandas de post rock, pero manteniendo ese tono blues rock áspero de influencia americana, dejándote perplejo como puede encajar todo perfectamente y hacerse disfrutar; muy buenas voces y cambios de ritmo que hacen la secuencia de escucha un placer.

Por cierto, la banda es un trío que en el cual no hay bajista, son dos guitarras y un batería.

Portada sugerente. Producción buena, aunque la mezcla de la batería sería mejorable. Para los que disfruten tanto con Wolfmother, como con Grand Funk Railroad o Wisbone Ash.   

Más información: