CAIN'S DINASTY Eva 2018

Es su cuarto disco. No los conocía ni oí hablar de ellos. Después de unas cuantas escuchas tengo la sensación de que algo me estaba perdiendo y que salía desde Alicante. Llevan en activo desde el 2006, y sacan lo que puede ser su disco que los consagre como una de las bandas más en forma del panorama heavy metal de Europa. Estamos ante un álbum conceptual troceado por un lado, y existencial por otro.

Abren con su single “Darkness call” (capítulo III), power metal de la escuela germánica con pinceladas black, con la prodigiosa voz de Rubén Picazo que te hará erizar la piel sobre un endiablado ritmo y unos más que logrados licks en las guitarras. Tanto en este tema como en el posterior “While sleeping” colabora en las voces guturales Débora Blanco, siendo este último una mezcla de power metal con trazos progresivos, con unas guitarras de Joaquín Leal y Alex Ramírez bien estructuradas, con alternancia de riffs y solos, y una batería dinámica de Emilio Benavent; Rubén siguen sorprendiendo por su variedad de registros vocales.

Pienso que “Cain’s dinasty” debería ser su single de cabecera, ya solo por esa melodía de guitarra te engancha, aparte de la garganta de Rubén, teniendo a los power metaleros agitando las greñas y alzando los cuernos; imprescindible en su reportorio.

“Fire and faith” (capítulo I) no deja duda que la dama de hierro está entre sus grandes influencias, una canción que bebe de las composiciones más prog de los británicos, con una mezcla de heavy metal y sinfónico muy bien elaborado, recordándome a los Savatage más épicos; toda la banda destaca.

Puede que despiste un poco el inicio de “Two seconds to forget the pain”, pero según avanza descubres toda la influencia germánica de las calabazas más famosas, pero con un sonido muy propio y unas armonías vocales muy trabajadas.

Se pasan al lado más oscuro pues “The shadows of the kings” (capítulo II) bebe de las influencias de Blind Guardian y Cradle of Filth para desarrollar un tema power sinfónico oscuro, con la colaboración de Arturo Megamuerte (Raven’s Gate) en las voces.

Siguen la senda más pesada y progresiva con “The witch of blod and lust” (capítulo IV), heavy metal de tintes oscuros, con riffs pesados y voces teatrales, donde colabora Oscar Sancho (Lujuria) y Sophie Laporte (AfterLife), descubriendo nuevos registros vocales de Rubén y donde las guitarras vuelven ser esenciales en sus arreglos.

Más sinfónico suena “Towards loneliness” (capítulo V), heavy metal cargado de melodía y un brillante muro de guitarras y unos potentes coros que engancha en su primera escucha.

La influencia de Dickinson queda patente a la primera escucha de “A man asking the universe”, pedazo de tema heavy que se disfruta bien por su estructura sencilla en comparación de sus temas pretéritos; aquí colabora Hisaya Sassa de la banda japonesa Allegiance Reign.

El cierre lo hacen con una intensa “Regression”, heavy metal actual, con un Rubén que se crece más y unas guitarras bien trabajadas, junto una batería de Benavent bien construida, resultando un tema que insufla nuevos aires a la estructura global del disco.  

Portada y libreto muy currado. Producción buena. Creo que los coros podrían mejorarse y tener mayor presencia el bajo, aunque el disco suena realmente bien.

Para seguidores de Children Of Bodom, Helloween, Blind Guardian, Iron Maiden o Cradle of Filth entre otros.  

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