THE BUZZOS XX

Sean ‘Flecha’ (un cruce entre Vincent Neil, Dan Baird y Danny Vaughn), Juan A. Sanchez bajista, Diego Leone guitarra, Fernan Benitez batería y Diego Iglesias guitarra, quieren rescatar de entre sus primeras obras sus temas más destacados, dándoles una vuelta y dejando claro que estos veinte años dan para mucho rock n’ roll.

“Hot glue” con ese aditivo riff fronterizo entre los AC/DC más clásicos y los Georgia Satellites energizados te hará espabilar de tu asiento, disfrutando de ese boogie tan característico de los australianos y con ese estribillo tan hard americano.

Le sigue “Sweet daze” con un riff más crudo y un sonido más grueso, manejando bien los coros, con otra sobresaliente labor vocal y sobre todo mucha contundencia, dejando a las guitarras brillar sobre el resto.

Se empapan del rock sureño de los noventa con “My disease”, imposible no recordar a The Black Crowes, buen riff y muy precisos arreglos, con un ritmo, estructura y estribillo tan familiar a los hermanos Robinson, pero con esa voz tan preciada de Flecha; agradable hammond. Surcan con energía y velocidad el high rock n’ roll en “Gimme the rock n’ roll”, dando otra lección de reinventarse sin salirse del guión tan manido, dando como resultado un ejercicio tan adictivo como esperable.

Vuelven a sonar más crudos y certeros con “Wake up”, otro rock n’ roll de escuela de las antípodas ibéricas, que recupera también esa estructura tan utilizada por bandas como Motorhead cuando gustaban de hacernos mover los pies.

La locura se desata con “The evil one”, rápida y acerada, todo un alarde de high rock n’ roll escandinavo que se pasa sin darte cuenta, dejándote a los pies del tubo de escape que inicia “Deep and dry”, hard rock con un riff muy familiar apto para todo amante de lo más clásico, con esas voces rasgadas entremezcladas con unos coros melódicos que te retrotraen a los ochenta.

Acelerados nos entran con “All day down”, tirando hacia sonidos más lejanos en el tiempo y recuperados por bandas como The Hives, es decir, muñecas sueltas en las guitarras y la caja rompiendo los oídos junto los platos, para que Flecha sea más alocado en su interpretación.

Cambian de registro con “The last time I fall”, con unos teclados llenando con acierto toda esa descarga de rock clásico setentero, haciendo que disfrutes mucho con ese estribillo arrollador, la voz de Flecha tan llamativa y unas guitarras abrasadoras; gran labor del batería Fernan y solos estratosféricos, siendo uno de mis temas favoritos. “B.I.T.T.E.R.” aumenta el ritmo, recuperando esa vena ochentera de hard rock americano, dejando otra vez entrever la providencial garganta de Flecha.

Cierran con “Wasted time”, otro de sus temas destacables, rock duro sin contemplaciones, que se disfruta mucho gracias a unas labores vocales muy logradas y ese motherfuckers que se te pega sin remedio en tu cerebro; ese final sorprenderá gratamente a todo rockero.

Portada normal. Muy buena producción. Es un recopilatorio que recoge las primeras grabaciones dándole una remodelación. Disfrutarán los que gusten del hard rock americano, desde los Georgia Satellites o Supersuckers, a las bandas escandinavas como Diamon Dogs o The Hellacopters.  

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