BIG SCENIC NOWHERE 2020

No soy dado a realizar reseñas de EP’s, pero este año por causa de la pandemia muchos grupos y proyectos sacan sus propuestas en este formato ante la escasa actividad en directo y la imposibilidad de juntarse en un estudio o local de ensayo.

Aquí estamos ante un supergrupo donde los guitarristas Gary Arce de Yawning Man y Bob Balch de Fu Manchu juntaron al resto de chamanes del Stoner como Tony Reed (Mos Generator), Mario Lalli (Fatso Jetson, Yawning Man), Per Wiberg (Spiritual Beggars, ex-Opeth), Bill Stinson (Yawning Man), Nick Oliveri (Mondo Generator, ex-Kyuss, etc.), Lisa Alley e Ian Graham (ambos de The Well), Alain Johannes (Them Crooked Vultures, Cornell, Eleven) y Thomas V. Joger (Monolord), y decidieron publicar esos encuentros creativos.

Esta es la segunda entrega, y realmente se disfruta su fusión de rock psicodélico e hipnótico, con pinceladas Stoner, como bien representa su tema inicial, la soberbia “Lavender blues”, todo un recital de buen gusto y progresión de sonidos, desde guitarras desprendiendo notas cautivadoras pasadas por el wah-wah, a un bajo siempre redondo ante esos pasajes que llegan hasta el espacio, pasando por una batería constante y metódica, a la vez que te llevan a unas voces evocadoras que realzan esa sensación psicodélica; brilla ese teclado entroncado con las guitarras para agrandar esa sensación espacial, y es que realmente son trece minutos de esparcimiento sonoro y mental.

“Blink of an eye” es un rock muy californiano, poseedora de un riff efectivo y una labor vocal clásica, destacando ese estribillo pegadizo que te trae recuerdos de esas bandas de los setenta que tanto sonaron en las radios de USA; el bajo mantiene una línea muy sugerente acompañando a una batería monolítica, destacando el sólo de teclado de Per Wiberg.

El cierre es otro juego psicodélico titulado “Laberinths fade”, con más brío que el tema inicial, con una batería mucho más dinámica y unas guitarras agerridas, dejando mucha improvisación en su desarrollo; destila brillantez su estribillo vocal y su bajo penetrante y sinuoso, dejando los teclados como colchón atmosférico mientras los solos de guitarra son técnicamente los mejores del EP.

Portada lograda. Producción muy buena. Apto para todo seguidor del Stoner más psicodélico y amantes de rock californiano.  

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