Puede que sea uno de los discos del año, y no creo que esté exagerando ni mucho menos. Rock con mayúsculas en los potentes diez temas que conforman el segundo larga duración de estas chicas de Boiro.
El primer trallazo y single es “Salvation”, abriendo con ese bajo hipnótico de Lucía mientras gimen las guitarras de Sabela. La voz de Susana es un punto fuerte en el desarrollo de la canción, acabando el tema con mucha fuerza y ruido. Pesada y contundente es mi favorita de este disco, “The world is dying”, toda una pieza de stoner bien ensamblada, con riff persuasivo y la gran labor vocal de Susana que es capaz de los gritos a los lamentos y hacerte agitar la cabeza.
Las guitarras toman protagonismo en “Smokescreen”, un muro de melodía de seis cuerdas que se mezcla a la perfección con otra labor vocal de Susana brillante, rematando la canción con un sutil bajo de Lucía y los feedbacks de la guitarra de Sabela. Ahora toca el turno a “Deadly alive”, un tema con grandes reminiscencias a Sonic Youth pero llevado a los sonidos propios de la banda, con otra gran labor vocal y unos arreglos de bajo de Lucía más que brillantes.
Con “It’s all about you” recuerdan a sus primeras obras, rock y pop fusionados con pinceladas noise, con el descaro vocal de Susana y las guitarras más distorsionadas ocupando el plano principal.
Estamos a mitad de disco y la calidad no ha decaído, así que nos enfrentamos con ganas a su “Remain unchanged”, otro gran tema que fluctúa entre pasajes tranquilos con la voz angelical de Susana y las partes abrasivas con las guitarras saturadas junto la otra voz explosiva de Susana.
Si hasta ahora no he nombrado a su baterista Paula es porque es la gran revelación en esta obra; increíble labor detrás de los parches, muy dinámica y potente, siendo responsable del salto cualitativo de la banda en este disco. Simplemente escuchar su toque preciso y contundente en “We own us” es incontestable, en un tema que destila agresividad y potencia, con unas guitarras amuralladas y unas armonías vocales bien logradas, su kit retumba incluso en ese final tan atmosférico.
Otro de mis temas favoritos es “Slow goodbye”, ese bajo saturado de Lucía entra tan bien con la voz de Susana y la batería de Paula, que las guitarras posteriores de Sabela simplemente agrandan la belleza de este tema; armonías vocales luchan con destellos distorsionados de la guitarra.
Mantienen muy alto el nivel compositivo con “Inglorious mind”, una pegadiza canción que posee un estribillo cautivador y un arreglo de guitarra igual de efectivo; un gran single en potencia.
