Domingo 22 de octubre de 2017. Una fecha para el recuerdo que poco a poco se valorará como uno de los conciertos de hard-blues-rock más impactantes y ejemplares que han pasado por la sala Capitol desde que abrió sus puertas. El ciclo #CAPITALBLUES nos trajo a Compostela un auténtico lujazo. Nada más y nada menos que a ERIC GALES, un compositor, cantante y sobretodo guitarrista cuyas credenciales lo introducen en el bombo con los “grandes” de las seis cuerdas. Eric Gales nos ha dejado unas sensaciones variopintas pero llenas de un enérgico hard-blues-rock de alto octanaje. Indudablemente estamos hablando de uno de los guitarristas actuales más completos que ha dado la música rock.
 
Y así, sin más, pisan el escenario de la sala Capitol sus tres compañeros proponiéndonos una “intro” instrumental para abrir boca. Gales sale sin prisa, y se dirige al público dejando que todo fluya sin aspavientos. Van cayendo temas y poco a poco se van cruzando estilos diversos donde el hard, rock, blues y funk son el santo y seña del artista. A medida que avanza el show nos vamos introduciendo en el mundo que ha creado Eric Gales. Un mundo lleno de matices donde la creatividad imprevisible e inesperada se hace presente. Es imposible intuir un solo de Eric Gales, a pesar de moverse en un terreno tan limitado como son los doce compases del blues. El blues se filtra por sus sentidos y no hace concesiones. Su camino esta lleno de cruces y el público se ve sumergido en un laberinto en el que no se encuentra perdido. Si, a pesar de jugar con innumerables matices, cambios de tempo incluso rozando por momentos lo que conocemos por “fusión”, Eric consigue que todo resulte normal y accesible. Su alma quiere comunicar y sin alejarse del blues-rock rodea esa plaza para volver a su centro y así sucesivamente.
 
 
Su faceta vocal la resuelve con solvencia, a pesar de que en el “show” que presentó en Compostela fue lo que echamos más de menos, hasta el punto que alguna voz se hizo oír en toda la sala invitándole a cantar más y no instrumentalizar tanto los temas. En las seis cuerdas, qué decir. Un aluvión de técnicas y buen gusto se entremezclan llegando a realizar solos a velocidad de infarto y durante ese trayecto, parar el tiempo para bajar a los infiernos y sacar de su “stratocaster” sonidos espaciados y solemnes que te hipnotizan y te dejan totalmente empapelado soltando aire. Jugar con tales extremos musicales y además hacerlo sobresaliente y solventemente solo esta al alcance de los elegidos para tocar la guitarra. Eric Gales sin duda es uno de ellos.
 
Por otro lado, la capacidad compositiva de Gales es apabullante. Así lo acreditan sus ocho discos que hacen un recorrido por diferentes estilos jazz, blues, rock, hard, soul. En esta ocasión venía presentando su último trabajo “Middle of the Road” aunque especial mención merece el fantástico “Pinnick Gales Pridgen”. De todos modos cualquier disco de Gales es estupendo pero nada como poder disfrutar del directo de este gran artista. Ese es su estado natural y donde se puede apreciar y sentir el despliegue de todo su catálogo artístico.
 
La banda que acompaña a Gales es de órdago. Su bajista, Cody Wright, golpea el pecho de todos los asistentes y se hace sentir con sus dibujos que son el complemento perfecto para Eric. El batera imprime la energía que se necesita reforzado por la pareja de Gales que introduce con un sintetizador sonidos pregrabados además de ser parte integrante de la percusión con caja, plato al más puro estilo Carlos Santana Band. Gales, generosamente, no acapara todo el protagonismo y los tres músicos tienen su espacio en el “show”. Sus correspondientes solos nos hicieron volar la cabeza, especialmente los del bajista que es todo un alarde de virtuosismo. En su turno la pareja de Gales cogió la pandereta y ya con él en el escenario una bomba energética sobrevoló la Sala Capitol. Increíbles músicos para un artista inigualable.
 
El de Menphis bebe de muchos y grandes virtuosos de la guitarra, que todos tenemos en mente, como son SRV, BB King, Albert King, Clapton etc...pero por encima de todos Gales se acurruca al lado de Hendrix. Donde más se puede palpar esta afirmación es en su forma tan poco previsible de tocar la guitarra. Como Hendrix nunca sabes por donde va a salir y cuando va a volver. Es esa inconsistencia y anomalía lo que los hace grandes, ya que suenan inconfundiblemente a ellos sin parecidos ni copias. Todo originalidad mezclado con buen gusto pero a la vez rompiendo con lo establecido.
 
Su “set list”, mayoritariamente compuesto por temas propios, esta lleno de guiños a grandes guitarristas como son el “cover” “Boogie Man” de Freddie King o “Babie please don't leave me” de Buddy Gay. Pero para poner la guinda y dejar a todas las almas rockeriles satisfechas, Gales se marcó, ya hacía el final del concierto, un “popurri” de temas clásicos donde llevo a su terreno la potente “Kashmir” de Led Zeppeling, o el pegadizo “Back in Black” de ACDC y como no el “Voodoo Child” de su referente artístico Jimi Hendrix.
 
Y así como empecé, decir de nuevo, que la noche del 22 de octubre quedará marcada en nuestra agenda rockeril como una gran velada donde pudimos ver a uno de los mejores guitarristas vivos de nuestro planeta tierra. ¡¡¡Casi nada!!!!
 
Fotos: Tito Fernández