La Sombra
Acudimos al Café El Pueblo para vivir con los rockeros ourensanos de La Sombra un concierto muy especial, y es que no siempre se cumplen 15 años en los escenarios.
 
15 años en los que la banda nos ha regalado muy buenos momentos con algunos conciertos memorables, otros no tanto, con buenas canciones, otras no tanto, pero siempre dejándose la piel en el escenario y derrochando buen rollo con propios y extraños, algo que de alguna manera les ha hecho ganarse, por merito propio, un sitio en la modesta historia del Rock de esta ciudad.
 
Pero vayamos con lo que vivimos esa noche de aniversario...
 
Aunque, para variar, llegamos algo justos de hora a la sala nos sobró tiempo para saludar a unos cuantos amigos que no se querían perder este especial concierto y para comprobar que poco a poco El Pueblo comenzaba a llenarse hasta alcanzar una muy buena entrada y es que pocos querían perderse lo que prometía convertirse en una fiesta del Rock.
 
Con la impuntualidad habitual de los conciertos en Ourense y tras una épica Intro salió el quinteto a escena. Se les noto algo tensos al inicio pero enseguida se soltaron a base de descargar canciones. Comenzaron por temas más recientes como Nada por lo que luchar o Consumiendo vida en vano en los que Diego busca los tonos más altos de su garganta mientras Carlos, con su inconfundible bombín, da brasa a su guitarra y Lucas hace lo propio con la suya llenando de melodías y grandes solos al tiempo que marca la poderosa base rítmica que forman Pablo de Manuel y Jacobo.
 
Los temas se sucedían uno tras otro, Imagina que, No voy a parar, Sueño, Mirada azul... mientras crecía la complicidad con el respetable que desde el inicio estaba con tantas ganas o más que ellos de disfrutar de esa noche sin dejar de aplaudir y aguijonear a la banda.
 
Y llegaron los invitados y con ellos los temas “viejos” de la banda para deleite de muchos de los que allí estábamos. Su primer invitado fue su anterior guitarra Diego Failde que nos demostró que sigue muy en forma con su guitarra, quien tuvo retuvo está claro. Hizo que con Entre el odio y el amor y Antifaz pareciera que no había pasado el tiempo pero no fue gracias a él unicamente.
 
Su segundo invitado fue su anterior bajista Víctor Souto, que también ayudó a ese Deja Vu que parecía estábamos viviendo. Con los dos invitados sobre el escenario interpretaron Ni un segundo más y Víbora tema para el cual contaron con el tercer invitado de la noche, Esau, armónica de Renegados, e incansable monstruo de los escenarios.
 
Tras ello un pequeño parón para despedir a los tres invitados que estaban sobre el escenario de El Pueblo y recibir como se merece al cuarto invitado de la noche, Charli de Los Suaves. Con el que interpretaron el tema con el que les homenajearon el pasado mes de octubre en el San Francisco Rock, Viajando al fin de la noche, gran momento con el personal entregado cantando la canción y es que hay mucho gato suelto.
 
Y con él realmente viajaron al final de la noche entrando en la recta final del concierto con la versión del Whole lota Rossie? de AC/DC, No llueve eternamente, Destino y la versión que realizan del tema de Chris Isaak, Wicked Game en la que volvieron a subir todos los ex miembros de la banda que habían pasado por el escenario en una orgía musical con tres guitarras, dos bajos y el personal animando a una banda entregada y disfrutando como nunca, como siempre.
 
Esto fue lo que dio de si el 15 aniversario de La Sombra en un gran concierto en una gran noche, emotiva para algun@s, que esperemos se repita muchas veces antes de volver a cumplir 15 años más. Larga vida a La Sombra.
 
La Sombra